El toque de queda en Campania desde las 23.00 a las 6.00 de la mañana, y el anuncio de un cierre total de esta región italiana en los próximos días, desencadenó en la capital, Nápoles, una noche de protestas que acabaron con el lanzamiento de piedras a la policía y quema de contenedores de basuras.
Alrededor de las 23.00 horas, cientos de personas se congregaron frente a la sede de la región de Campania, en Nápoles, y en poco tiempo la manifestación degeneró con el lanzamiento de piedras por parte de los manifestantes a la policía que respondió con cargas.
Algunos contenedores fueron quemados y otros volcados por grupos de jóvenes encapuchados que comenzaron a atacar los coches de la policía.
Grupos de personas también cortaron el acceso a las calles del centro histórico como protesta contra el presidente de la región, Vincenzo de Luca.
"Esta noche hemos sido testigos de un comportamiento delictivo real hacia la policía. Ninguna condición de malestar, por humanamente comprensible que sea, puede justificar de ninguna manera la violencia", afirmó el comisario de policía de Nápoles, Alessandro Giuliano.
De Luca anunció este viernes que "en breve" va a ordenar el confinamiento total de la región porque las medidas hasta ahora adoptadas, como el toque de queda nocturno que entra hoy en vigor, "no son suficientes".
"Debemos cerrar todo y debemos cerrar hoy, no mañana. Estamos a un paso de la tragedia", subrayó y dijo que el cierre será de "un mes o 40 días y luego veremos, pero sin soluciones drásticas no podemos aguantar", agregó.
También se produjeron protestas en Roma, donde los comerciantes de zonas como la céntrica plaza de Campo dei Fiori cerraron sus locales con una hora de anticipación respecto al toque de queda de la medianoche impuesto por la región de Lacio.
Los comerciantes protestaron así al considerar que ya ante la crisis producida por la falta de turismo se añadirá la obligación de cerrar antes lo que provocará la quiebra de muchas actividades.
El presidente del Gobierno, Giuseppe Conte, aseguró que su objetivo es evitar un segundo confinamiento total, pero se prevén nuevas medidas más restrictivas ya este fin de semana como reducir aún más el ocio y los viajes y la hipótesis de un toque de queda nacional y el cierre de bares y restaurantes a partir de las 6 de la tarde para que los ciudadanos se muevan solo durante el día y solo para ir a los colegios o trabajar.
Los datos en Italia son muy preocupantes y este viernes se comunicó 19.143 nuevos contagios de coronavirus y 91 muertos en las últimas 24 horas.
Siguen aumentando los hospitalizados, que ya son 10.549 en todo el país, y superan los mil (1.049) los ingresados en unidades de cuidados intensivos.