Bélgica inicia lo que las autoridades llaman "tolerancia cero" con todo aquel que se salte las restricciones. La policía utilizará drones con cámaras térmicas en varios municipios del noreste del país para controlar que se respetan las normas antiCovid durante las fiestas navideñas, y en particular que se acata la prohibición de lanzar fuegos artificiales.
Las cámaras térmicas que llevarán instaladas los drones permitirán a los agentes controlar a las personas que salgan al exterior y además uno de esos aparatos portará un megáfono para dirigirse a la gente en caso de incidente.
El dispositivo se desplegará en las localidades flamencas de As, Bocholt, Bree, Genk, Houthalen-Helchteren, Kinrooi, Oudsbergen y Zutendaal.
La multa en Bélgica por no respetar las restricciones contra el coronavirus, como el toque de queda nocturno o la limitación de los contactos sociales, asciende a 250 euros.
La mejora era un espejismo
La buena senda que los indicadores de Covid-19 arrojaban en Bélgica en las últimas semanas se está estancando, lo que aleja la posibilidad de que ciudades como Bruselas relajen las restricciones de cara a la Navidad.
"Tanto las infecciones como las admisiones en hospitales están actualmente bloqueadas a un nivel que es entre dos y tres veces más alto que el suelo de 800 contagios y 75 hospitalizaciones al día que queríamos alcanzar", declaró este miércoles el portavoz del comité técnico contra el coronavirus, Yves Van Laethem.
Los contagios ya sólo bajan un 7% semanal, hasta los 2.154 casos diarios de media, y las hospitalizaciones están empezando a remontar: arrojan un descenso del 6 % semanal pero están aumentando en los últimos días y están en 192,7 ingresos diarios de media.
No obstante, la incidencia acumulada a 14 días sobre 100.000 habitantes se sitúa en 272 nuevos casos, frente a los 1.609 registrados a finales de octubre, antes de empezar a aplicar progresivamente una batería de medidas como el toque de queda nocturno, el cierre de la hostelería, el ocio y la cultura, el teletrabajo obligatorio o la limitación de los contactos sociales.
Viajar al extranjero sigue estando "formalmente desaconsejado" y, a partir del 18 de diciembre, el Gobierno volverá a exigir una cuarentena preventiva de 10 días y someterse a una prueba PCR al séptimo a quienes entren en el territorio belga desde una zona de riesgo, que incluye la mayor parte de la Unión Europea (UE) salvo excepciones como Irlanda, Noruega o las Islas Canarias.