El ministro de Sanidad de la República Checa, Jan Blatný, ha sido cesado en lo que él ha calificado de "decisión política", después de que el jefe del Gobierno y el presidente del país le hubieran criticado por oponerse al uso de la vacuna rusa Sputnik, no autorizada aún por la Unión Europea.
Durante los cinco meses que Blatný ha ocupado el cargo, la República Checa ha sufrido por momentos las tasas más altas de mortalidad y contagio por la Covid de toda la Unión Europea.
"El jefe de Estado me ha cesado a petición del primer ministro. Considero que es una decisión política, a la que el primer ministro tiene derecho", afirmó el extitular de Sanidad en rueda de prensa.
El presidente checo, Milos Zeman, aprovechó la ceremonia de nombramiento de Petr Arenberger como sucesor de Blatný para criticar al ya exministro.
"Nos hemos dirigido a Israel, China y Rusia (para obtener vacunas) y en los tres casos la respuesta fue positiva. Pero, desgraciadamente, Blatný y la directora del SUKL (oficina del medicamento) han bloqueado el proceso", dijo Zeman, que acusó al exministro de "dañar" al país.
Blatný ha defendido siempre no usar el fármaco ruso hasta que no sea aprobado por la Unión Europea.
La República Checa fue el tercer país de la Unión Europea (UE) en solicitar Sputnik V, después de Hungría y Eslovaquia, y a finales de marzo recibió las primeras 20.000 dosis, sin que la agencia checa del medicamento haya iniciado el proceso de aprobación.
"No ha comenzado oficialmente el proceso de aprobación del Sputnik. Nuestra agencia sólo está recabando informaciones parciales sobre este tratamiento", declaró a Efe Klara Brunclikova, portavoz de la Oficina Estatal para Control de Medicamentos (SUKL).
En Eslovaquia, que compró 2 millones de dosis, Sputnik tampoco ha obtenido aún aprobación de la agencia nacional del medicamento, que ha asegurado que no puede aún emitir un dictamen sobre las ventajas y riesgos de esta vacuna Sputnik.
La compra del Sputnik por el ex primer ministro, Igor Matovic, a espaldas de sus socios de coalición, fue el detonante de una crisis gubernamental que duró semanas y que provocaron su dimisión el pasado jueves.