El primer ministro británico, Boris Johnson, en la Cámara de los Comunes el pasado 14 de abril.

El primer ministro británico, Boris Johnson, en la Cámara de los Comunes el pasado 14 de abril. Reuters

Europa

Johnson 'blinda' Reino Unido contra el espionaje de "países hostiles" como Rusia o China

Un antiguo jefe del MI6 estima que sólo se conocen el 10% de las gresivas acciones de inteligencia desarrolladas por Rusia en toda Europa.

20 abril, 2021 02:30

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Los espías extranjeros que trabajan en Reino Unido se enfrentan a partir de ahora a ser procesados y deportados atendiendo a las nuevas leyes aprobadas para proteger a la nación de "países hostiles" como China o Rusia.

Boris Johnson utilizará el discurso de la Reina del próximo 11 de mayo para anunciar una norma dirigida contra los "Estados hostiles", que prevé llevar a cabo un registro de todos los individuos que trabajen en Reino Unido en representación de Gobiernos extranjeros. No hacerlo supondrá un delito.

El Gobierno británico actualizará además la "arcaica" Ley de Secretos Oficiales para que pueda utilizarse contra aquellas personas que pretendan boicotear los intereses británicos desde el extranjero, incluyendo a los piratas informáticos que trabajen para los denominados "Estados hostiles". Johnson está decidido a seguir adelante con estas medidas en medio de una creciente preocupación por las actividades de Rusia y China.

Las relaciones se deterioraron aún más este domingo cuando Dominic Raab, el ministro de Asuntos Exteriores, señaló que Reino Unido ofrecía su "apoyo total" al Gobierno checo después de que la Policía anunciara que estaba buscando a dos hombres cuyos pasaportes coincidían con los nombres de los sopechosos del ataque con Novichok ocurrido en Salisbury (Inglaterra) en 2018.

El Ejecutivo británico emitió un comunicado después de que el Gobierno de la República Checa expulsara a 18 empleados de la embajada rusa en Praga, acusados de ser agentes de los servicios de inteligencia rusos GRU y SVR implicados en dos explosiones en depósitos de municiones en la ciudad de Vrbetice, en el norte de Moravia. Las explosiones se produjeron en octubre y diciembre de 2014, y la primera mató a dos personas.

La Policía de ese país publicó este domingo fotos de dos individuos buscados por "delitos graves", Anatoly Chepig y Alexander Mishkin, que podrían ser agentes de la inteligencia militar rusa GRU, sospechosos del intento fallido de asesinato del exespía ruso Sergei Skripal en Salisbury (Reino Unido) en 2018.

"El Reino Unido apoya totalmente a nuestros aliados checos, que han expuesto hasta dónde llegan los servicios de inteligencia rusos en sus intentos por acometer operaciones peligrosas y maliciosas en Europa", señaló el titular de Exteriores en la citada nota.

Según remarcó Raab, "esto muestra un patrón de comportamiento por parte de Moscú, tras el ataque cometido con Novichok en (la localidad inglesa de) Salisbury. Mis pensamientos están con los familiares de las víctimas en Vrbetice".

El ministro británico aseguró que este país está "decidido como siempre a llevar a los responsables del ataque en Salisbury ante la justicia" y consideró que Rusia "debe desistir de estas acciones, que violan las normas internacionales más básicas".

Los pasaportes con los que los dos varones a los que se busca entraron al país eran documentos con identidades ficticias emitidos por el GRU, que también usaron posteriormente en Gran Bretaña.

Rusia y los ciberataques

La semana pasada Reino Unido y Estados Unidos (EEUU) condenaron públicamente las "malignas" actividades de Rusia tras concluir que existía una "alta probabilidad" de que estuviera detrás de los mayores ciberatques de la historia de Occidente.

Raab ha acusado a Moscú de intentar socavar las democracias occidentales y Andre Kelin, embajador ruso en Londres, señaló este domingo a la BBC que no se ha reunido con el secretario de Asuntos Exteriores desde hace más de un año.

Según explica el diario birtánico The Times, la idea de llevar a cabo un registro de los agentes extranjeros está basada en un sistema estadounidense, donde a los individuos que trabajan en nombre de gobiernos extranjeros, funcionarios y partidos políticos se les pide que se registren ante el Departamento de Justicia de EEUU y que informen periódicamente de sus actividades.

El esquema de registro se extiende a cualquiera que represente los intereses de un Estado extranjero, incluyendo a lobistas, consultores y a todos aquellos que lleven a cabo tareas de relaciones públicas.

Las agencias de inteligencia abogan por un registro equivalente en Reino Unido y alertan de que bajo la legislación actual los espías extranjeros pueden, de facto, actuar con impunidad a menos que sean pillados comprando secretos oficiales.

Actividad rusa en Europa

Un antiguo jefe del MI6 estima que sólo se conocen el 10% de las gresivas acciones de inteligencia desarrolladas por Rusia en toda Europa.

Sir John Sawers, quien dirigió el serivicio de Inteligencia británico entre 2009 y 2014, señaló este lunes a BBC Radio 4 que "no debería sorprendernos la actividad de la inteligencia rusa en Europa y creo que los checos han reconstruido este asunto bastante bien".

"Todo tiene la marca de una operación desarrollada por la inteligencia rusa y creo que los checos tienen a las dos personas que intentaron asesinar a Sergei Skripal en Salisbury, creo que les atraparon". Sawers asegura que muchas más operaciones han tenido lugar pero no han salido a la luz.

"Vemos la extensión de las actividades de la agresiva inteligencia rusa en toda Europa, pero probablemente sólo conozcamos el 10% de lo que están haciendo. Debe haber un gran número de operaciones de los servicios de inteligencia de las que no somos conscientes", subrayó. 

Lord Parker de Minsmere, exjefe del MI5, declaró ante el comité de Inteligencia y Seguridad de los Comunes: "Hoy en día no es un delito ser un agente secreto de la inteligencia rusa en Reino Unido (sólo eso, ser un agente secreto, perseguir un informe), a menos que adquieras secretos perjudiciales y se los des a tus amos".

Los ministros británicos también quieren renovar el Acta de Secretos Oficiales, que tiene partes que datan de 1911, para poder usarla contra personas que realicen ciberataques contra Reino Unido desde el exterior. Actualmente el Acta permite actuar en este aspecto únicamente contra los ciudadanos británicos que están en el exterior, pero no contra los extranjeros que actúan contra Reino Unido más allá de sus fronteras.

Ahora Boris Johnson quiere poner freno a este "vacío legal". Las espadas contra Rusia y China están en todo lo alto.