El primer ministro británico, Boris Johnson, prometió al empresario James Dyson, cuya compañía es famosa por fabricar aspiradoras domésticas, que sus empleados no tendrían que pagar impuestos adicionales si iban al Reino Unido a montar respiradores para los pacientes con Covid-19, reveló este miércoles la cadena BBC.
Al estallar la pandemia, el Ejecutivo temía quedarse sin ventiladores para los enfermos hospitalizados con Covid-19, por lo que Dyson acordó fabricarlos en pocas semanas.
Dyson, cuya empresa está radicada en Singapur, se puso entonces en contacto con el departamento del Tesoro para asegurarse de que el estatuto fiscal de sus empleados no cambiaría y que éstos no pagarían más impuestos por trabajar en el Reino Unido.
Según revela hoy la BBC, que ha tenido acceso a esta información, el mismo Dyson también se puso en contacto directo con Johnson, al que envió mensajes de texto para manifestarle el problema fiscal, a lo que el jefe del Gobierno le contestó: "Yo lo arreglo".
En el intercambio de mensajes, el "premier" también le dijo al empresario que el Gobierno lo "apoyaba" para que hiciera lo que necesitaba y que el titular de Economía, Rishi Sunak, lo arreglaría.
El Partido Laborista, primero de la oposición británica, calificó estas revelaciones de "increíbles".
"Sinceramente, apesta el que un empresario millonario pueda enviar un (mensaje) de texto al primer ministro y obtenga una respuesta inmediata", declaró este miércoles a los medios la portavoz laborista de Empresas, Lucy Powell.
Según la BBC, la compañía compartió los mensajes de Johnson con funcionarios, pero se desconoce si el "premier" hizo lo mismo, como establece la reglamentación en casos así.
Dyson ostenta el título de "caballero" (sir) y ha dado su apoyo al Brexit, al igual que Johnson.
Amiguismo
Esta información sale a la luz en medio de una polémica en el Reino Unido por el amiguismo en el Gobierno al revelarse recientemente la relación de varios altos cargos con la financiera anglo-australiana Greensvill Capital.
El primer ministro ha prometido una investigación interna sobre el asunto pero se ha negado a crear un comité parlamentario para que examine casos de cabildeo y posible tráfico de influencias entre funcionarios y miembros del Gobierno.
En las últimas semanas, la prensa ha denunciado que el exprimer ministro conservador David Cameron presionó en 2020 a varios ministros para obtener préstamos favorables para Greensill, de la que era asesor desde 2018.
Además, la semana pasada, la prensa reveló que Johnson atendió el pasado junio una petición del príncipe heredero de Arabia Saudí, Mohamed bin Salman, en relación con su oferta para comprar el equipo inglés Newcastle United, que al final no prosperó.
Según el "Daily Mail", Johnson pidió a uno de sus asesores, Eddie Lister, que se ocupara del asunto que le planteó personalmente el líder de facto saudí, y Lister se comprometió a "investigarlo".