Italia está viviendo su propio caso 'La Manada'. Por si no fuera suficiente, el principal protagonista, hoy en el ojo del huracán, es Ciro Grillo, hijo del fundador del Movimiento 5 Estrellas (M5E), Beppe Grillo; el partido político antiestablishment que hoy posee el 33% de los escaños en el Parlamento transalpino.
Cuanto más pasa el tiempo, mayores son los detalles, declaraciones y pruebas que salen a la luz; lo cual está favoreciendo que el caso se esté convirtiendo en una auténtica bola de nieve para la familia Grillo. Tal es la situación, que hace unos días Beppe Grillo optó incluso por salir en defensa de su hijo, a base de gritos en un vídeo publicado por él mismo, sin el más mínimo respeto por los tiempos judiciales.
Ciro Grillo, de 21 años, es el cuarto hijo del cómico Beppe Grillo, concretamente el segundo hijo del matrimonio que el fundador del M5E tuvo con su segunda mujer, Parvin Tadjk, en 1996. De lo que se deduce de algunas publicaciones de la prensa transalpina, Ciro Grillo es un joven chuleta sin mucho recorrido, protegido por el apellido de su padre y el poder mediático que éste tiene en la política del país y en las redes sociales.
Lo cual no servirá de mucho si se demuestra efectivamente que, entre el 16 y el 17 de julio de 2019, él y otros tres amigos han sido responsables de violación en grupo y violencia sexual contra dos chicas de su misma edad en la isla de Cerdeña. Hoy por hoy, la investigación de los fiscales sigue en marcha y el punto de inflexión lo marcará, finalmente, la demostración de que en ningún momento ambas chicas milanesas dieron consentimiento a la hora de tener las relaciones sexuales que posteriormente sufrieron.
Los acontecimientos tuvieron lugar a lo largo de unas 16 horas. Todo empezó a las 23.45 horas de la noche, en la localidad de Porto Pollo, en el norte de Cerdeña. En ese momento dos chicas milanesas, Silvia y Roberta (dos nombres inventados que se están empleando estos días en las páginas de los periódicos transalpinos) dejan su bed and breakfast para salir de fiesta con otros tres amigos a la discoteca Billionaire, local nocturno muy exclusivo, propiedad del conocido magnate italiano Flavio Briatore, situado a unos 30 kilómetros.
Una mesa en el Billionaire cuesta más de 500 euros por noche. Por esta razón, alrededor de las 12 de la noche, Silvia, Roberta y sus tres amigos, una vez llegados a la mencionada discoteca, deciden compartir los gastos con otros cuatro chicos que también se encontraban allí. Son Ciro Grillo y otros tres amigos suyos: Francesco Corsiglia (que actualmente estudia en España, además), Vittorio Lauria y Edoardo Capitta. La noche sigue, todos juntos, junto a una botella de cava y otras bebidas alcohólicas, incluidas en la reserva. Todos, en ese momento, tienen más o menos la misma edad, 19 años.
Con la excusa de que no tuvieran que coger un taxi de vuelta a su bed and breakfast, a las 05.00 horas de la mañana, Ciro y sus amigos deciden invitar a las dos chicas milanesas a la casa de Beppe Grillo, situada a muy pocos kilómetros de la discoteca. En cuestión de poco tiempo, la situación empieza a estar fuera de control, en perjuicio no sólo de Silvia, la chica milanesa de origen sueco; sino también de su amiga Roberta.
En torno a las 06.00 horas de la mañana, Francesco Corsiglia, en su versión, asegura hoy en día que mantuvo relaciones sexuales consentidas con Silvia antes de que ella bebiera y que luego se retiró a dormir. Esta versión también es la misma que defienden Ciro y los otros dos amigos, Vittorio y Edoardo. En los recientes testimonios de Silvia, sin emabrgo, ella ha asegurado a los investigadores que ni el sexo fue consentido, ni Francesco se retiró a descansar apartado del resto de los supuestos violadores.
"Me han violado todos"
En la segunda parte de los acontecimientos, Silvia habría sido supuestamente violada en grupo. Su estado de embriaguez, además, habría sido provocado precisamente por una ingesta obligada de alcohol, forzada precisamente por Ciro, Vittorio y Edoardo; y donde, según Silvia, también estaba Francesco, dado que en sus recuerdos también está la voz de éste. "Me han violado todos ellos", es una de las frases que más están indignando a la Opinión Pública transalpina. Según lo declarado por Silvia a los carabinieri, la policía militar italiana, ella ha sido “violada varias veces” en torno a las 09.00 horas de la mañana.
El horror para las dos chicas no acabó ahí. Más tarde su amiga Roberta, mientras dormía, habría sido supuestamente denigrada con actos sexuales. Según las reconstrucciones que están apareciendo en los últimos días, Ciro, Vittorio y Edoardo se habrían hecho fotos obscenas con ella, imágenes que luego terminarían circulando en los chats de sus móviles con otros amigos: de ahí que los posibles responsables de este escándalo estén acusados también de violencia sexual, además de violación en grupo. Hay controversia, sin embargo, acerca de la ausencia de Francesco, ya que él y los demás la confirman (en los selfies vejatorios contra Roberta, al parecer, él nunca sale), mientras que las chicas la desmienten.
El drama de Silvia y Roberta acabó, por así decir, a las 16.00 horas del 17 de julio de 2019, cuando aquella se desplazó a una farmacia en la localidad de Palau, cerca de su bed and breakfast, para adquirir una pastilla del día después. Una semana más tarde, se atrevió a denunciar lo ocurrido. Pero el revuelo mediático de su supuesto sufrimiento, no ha hecho más que volver a empezar, dos años después, gracias a un nuevo giro en las investigaciones.
El caso sigue todavía abierto y la decisión de la Justicia italiana de seguir con un juicio o no todavía está en el aire. Las investigaciones de los fiscales de Cerdeña están dando nuevos indicios que podrían incriminar a Ciro y a sus tres amigos con pruebas mucho más sólidas. Las declaraciones de los últimos días, de hecho, está ayudando a la acusación a tener cada vez más elementos.
La defensa de Beppe Grillo
Más allá de la gravedad de la situación, el disgusto acerca de la presunta violación en grupo y violencia sexuales por parte de Ciro y sus tres amigos ha alcanzado incluso la mismísima política italiana. Ha sido precisamente el padre de Ciro, el cómico y político Beppe Grillo, fundador del Movimiento 5 Estrellas; quien se ha expuesto públicamente en defensa de su hijo, abusando de su influencia en la política, en los medios y en las redes sociales transalpinas.
"Mi hijo es retratado en todos los periódicos como un violador en serie, junto a otros tres chicos. Os pregunto, entonces, ¿por qué no han sido ya detenidos?", afirmó Beppe Grillo hace unos días, con cierta ironía, en un vídeo que él mismo ha difundido a través de las redes sociales y la prensa del país. "¿Por qué llevan dos meses sin haber sido detenidos?", aseguró entre gritos, como si, en su condición de político, no conociera las garantías de una Justicia democrática. "¿Os parece normal que una chica haya denunciado 8 días después de lo ocurrido? ¡Claro que no! ¡Simplemente porque es mentira!", ha llegado a decir Beppe Grillo, en su más pura versión como padre de Ciro.
"¡Se ve todo en el vídeo, parte por parte, donde se ve son todos jóvenes de 19 años y que se están divirtiendo! ¡Y que prueba el consentimiento!", asegura, nuevamente entre gritos, Beppe Grillo a la hora de defender a su hijo. El vídeo que el fundador del Movimiento 5 Estrellas menciona, está en manos de las partes según las informaciones aportadas por la prensa italiana. Para mayor bochorno, Beppe Grillo, en su mensaje, admite que "estaban todos desnudos porque eran cuatro gilipollas, no cuatro violadores".
Que Ciro Grillo y sus tres amigos sean finalmente juzgados como responsables de los cargos de violación en grupo y violencia sexual lo decidirá, lógicamente, la Justicia italiana. El problema se ha visto agravado, en Italia, en el momento en el que Beppe Grillo no sólo ha ido en defensa de un acusado, que además es su hijo, haciendo uso de su influencia política.
Lo gravísimo de su intervención es, sobre todo, que ha puesto en entredicho la palabra y la denuncia de una chica presuntamente violada tomando como referencia el tiempo que ha tardado en informar a la Justicia de lo ocurrido. Contribuyendo así, de forma bochornosa, a la culpabilización de las víctimas de violencia sexual y de género. Todo ello, en unos tiempos en los que éstas tienen que tener el mayor apoyo social posible, encaminado a denunciar siempre sin miedo.