Bruselas

La espiral de tensión entre la Unión Europea y Marruecos por la crisis de Ceuta continúa agravándose. La Eurocámara tiene previsto aprobar este jueves una resolución en la que eleva el tono contra Rabat y le acusa de usar a los migrantes -sobre todo a menores no acompañados- como arma de "presión política" contra un Estado miembro, España. Las autoridades marroquíes ya han amenazado con congelar su cooperación con la UE si esta iniciativa crítica sale adelante.

"Resolución del Parlamento Europeo sobre el incumplimiento de la Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño y la utilización de menores por parte de las autoridades marroquíes en la crisis migratoria de Ceuta". Este es el título completo del texto que ha enfurecido a Rabat. Promovida por el eurodiputado de Ciudadanos Jordi Cañas, la resolución cuenta con el apoyo de los principales grupos políticos de la Eurocámara: populares, socialistas, liberales y verdes europeos. Un respaldo amplio que garantiza su aprobación.

Pese a ello, Marruecos maniobra en Estrasburgo para tratar de frenar la censura del Parlamento. "Los intentos de España de implicar a la UE en un conflicto bilateral, explotando la cuestión de la migración, amenazan con poner en peligro no sólo nuestra larga tradición de cooperación, sino también nuestros compromisos comunes y la cooperación mutuamente beneficiosa de Marruecos con los países europeos y la UE", escribe el presidente de la comisión parlamentaria mixta Marruecos-UE, Chaoui Belassal, en una carta al presidente de la Eurocámara, David Sassoli, y a un gran número de parlamentarios.

En la resolución que se aprobará este jueves, el Parlamento "rechaza el uso por parte de Marruecos del control de las fronteras y la migración, en particular de menores no acompañados, como presión política contra un Estado miembro de la UE". "Lamenta, en particular, la participación de niños, menores no acompañados y familias en el cruce masivo de la frontera de Marruecos a la ciudad española de Ceuta, poniendo en claro riesgo su vida y su seguridad", prosigue el texto, que denuncia demás "la profundización de la crisis política y diplomática".

La resolución reafirma que "Ceuta es una frontera exterior de la UE cuya protección y seguridad concierne al conjunto de la Unión"; celebra la "rápida reacción" de la Agencia Europea de Fronteras y Costas (Frontex) a la hora de ofrecer ayuda al Gobierno español; y pide a la Comisión Europea que "proporcione financiación de emergencia para abordar la situación en Ceuta", en particular para alojar a los menores no acompañados.

Los parlamentarios defienden "la inviolabilidad de las fronteras nacionales de los Estados miembros de la UE y el respeto pleno e innegociable de la integridad territorial de los Estados miembros de la UE" y avisan a Rabat de que "no se puede tolerar el socavamiento de la soberanía territorial de los Estados miembros".

Finalmente, la Eurocámara sostiene que la presión de Marruecos no le hará cambiar su posición sobre el Sáhara, que "se basa en el pleno respeto del derecho internacional de conformidad con las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU y el proceso político dirigido por la ONU para lograr una solución negociada justa, duradera, pacífica y mutuamente aceptable por ambas partes".

Al mismo tiempo, los parlamentarios piden rebajar las tensiones y volver cuanto antes a una colaboración "constructiva y fiable" entre la UE y Marruecos en ámbitos como la lucha contra el terrorismo, el tráfico de drogas y seres humanos, la migración y el comercio. En este sentido, reclaman a Rabat la rápida conclusión de un acuerdo de readmisión de migrantes con Bruselas.

Rabat intenta frenar la resolución

En su carta de aviso (redactada en francés con traducción al inglés adjunta), el representante marroquí sostiene que "el borrador de resolución -de iniciativa española y redactado por eurodiputados de la formación española Ciudadanos, que forma parte del grupo Renew Europa- es una huida de la realidad de los auténticos problemas, que tienen que ver precisamente con la acogida y hospitalización del jefe del Polisario con una identidad falsa y un falso-auténtico pasaporte diplomático argelino pretextando motivos humanitarios dudosos".

Según la interpretación de Rabat, la resolución de la Eurocámara "es una maniobra dirigida a ocultar la realidad de la disputa entre Marruecos y España, que ha buscado desde el principio implicar a los países de la UE en este problema". 

"Contamos con su comprensión y con la de todos sus colegas europeos para detener estas maniobras, que tienden a dañar la dinámica positiva que caracteriza a las relacones entre Marruecos y la UE (...) Le pedimos que no suscriba el intento de España de instrumentalizar a Europa en apoyo de una agenda bilateral y con el objetivo de persistir en su rechazo de asumir su responsabilidad histórica hacia Marruecos, incluso si eso significa jugarse su credibilidad", concluye la carta de Belassal. Un nuevo intento de presión de Rabat sobre la UE, de momento condenado al fracaso.

Noticias relacionadas