La "guerra de las salchichas": Bruselas y Reino Unido vuelven a chocar por el 'brexit'
El Ejecutivo comunitario amenaza a Londres con aranceles y cuotas si persiste en adoptar medidas unilaterales sobre Irlanda del Norte.
9 junio, 2021 01:44Noticias relacionadas
El diario londinense The Telegraph lo ha bautizado como la "guerra de las salchichas" y la expresión ya ha hecho fortuna en todos los tabloides británicos. La Unión Europea y Reino Unido se dirigen inexorablemente hacia un nuevo choque de trenes a propósito de la puesta en práctica del acuerdo de divorcio del 'brexit'. Londres acusa a Bruselas de adoptar un "enfoque purista" en la aplicación de las reglas. La Comisión de Ursula von der Leyen replica que el Gobierno de Boris Johnson se salta unilateralmente las cláusulas de la separación y amenaza con represalias comerciales si persiste en los incumplimientos.
Este miércoles, el vicepresidente del Ejecutivo comunitario, Maros Sefcovic, se reúne en Londres con el negociador británico, David Frost, en un último intento de acercar posturas y evitar una guerra abierta total. Pero en ninguno de los dos bandos esperan soluciones inmediatas. El ambiente es tan malo que, en los días previos al encuentro, Sefcovic y Frost se han hablado a través de artículos de prensa en lugar de descolgar el teléfono.
El meollo del problema vuelve a estar en el protocolo sobre Irlanda del Norte. Para proteger la paz en el Ulster y evitar una frontera que divida la isla, Bruselas y Londres pactaron un estatus especial para Irlanda del Norte, que sigue vinculada a las reglas del mercado interior la UE. Eso significa que, en la práctica, la frontera se ha desplazado al mar de Irlanda, con nuevos controles aduaneros a los productos que llegan a los puertos de Irlanda del Norte procedentes de la isla de Gran Bretaña.
La nueva frontera ha enfurecido en particular a los unionistas norirlandeses, que denuncian que ponen en peligro la integridad territorial del país. La respuesta del Gobierno de Boris Johnson ha venido siendo extender unilateralmente los periodos transitorios y retrasar la puesta en práctica de los controles. El último episodio es el que afecta específicamente a las salchichas y a la carne picada. A partir del 1 de julio, quedará prohibido exportarlas frescas desde Gran Bretaña a Irlanda del Norte para evitar cualquier riesgo de que entren ilegalmente en el mercado europeo.
Pero Londres ya ha dejado claro que no tiene ninguna intención de ejecutar esta prohibición, pese a ser un compromiso negociado y firmado con la UE. El secretario de Medio Ambiente británico, George Eustice, ha tachado el veto de "una tontería" que "se relaciona con algún tipo de percepción de que no pueden confiar en ningún país que no sea de la UE para hacer salchichas". "Tenemos una muy buena industria de salchicas en este país, tenemos los más altos estándares de higiene alimentaria en el mundo", sostiene Eustice.
"La UE debe revisitar el protocolo sobre Irlanda del Norte. La vida cotidiana se está viendo perturbada y el equilibrio que esperábamos no se ha encontrado", asegura David Frost en un artículo en el Financial Times. "Lord Frost continua culpando de los problemas con el protocolo a la inflexibilidad de la UE. Eso no es verdad. Maros Sefcovic y la UE han propuesto constantemente nuevas soluciones", le contesta por Twitter el ministro de Exteriores irlandés, Simon Covenay.
"El protocolo de Irlanda del Norte no puede cuestionarse. No es el problema, es la solución a un problema que nosotros no hemos creado", se suma el secretario de Estado francés para la UE, Clément Beaune.
En un artículo publicado en el mismo Telegraph, Sefcovic responde que "la UE ha mostrado desde el principio que estamos dispuestos a encontrar soluciones creativas cuando es necesario". "La disponibilidad general de medicamentos para Irlanda del Norte se encuentra entre estas soluciones flexibles hechas a medida", sostiene el representante de la Comisión Europea. El 80% de los controles aduaneros podrían suprimirse con un acuerdo veterinario y fitosanitario, pero Londres se niega porque quiere separarse todo lo posible de las reglas de la UE.
La única respuesta que ofrece el Gobierno de Boris Johnson, denuncia el Ejecutivo comunitario, es incumplir sistemáticamente el protocolo.No ha contratado a suficientes inspectores ni creado las infraestructuras necesarias para realizar los controles aduaneros en los puertos de Irlanda del Norte. Tampoco permite a los representantes de la UE acceder remotamente a los datos en tiempo real con el fin de verificar que los controles se están produciendo en la práctica.
"Si Reino Unido toma más medidas unilaterales en las próximas semanas, la UE no dudará en reaccionar con rapidez, firmeza y resolución para garantizar que Reino Unido cumpla con sus obligaciones de derecho internacional", avisa el vicepresidente del Ejecutivo comunitario. Hasta ahora, Bruselas ya ha expedientado a Londres por incumplir el acuerdo de divorcio y ha dado el primer paso para solicitar un arbitraje, pero considera que estos pasos "no son suficientes" para resolver el problema y sopesa "medidas adicionales", explican fuentes comunitarias.
¿De qué medidas estamos hablando? La ex ministra francesa de Asuntos Europeos, Nathalie Loiseau, que ahora es eurodiputada de la Liste Renaissance de Macron, asegura que Bruselas sopesa imponer aranceles y cuotas a los productos británicos como represalia. Otra posibilidad que maneja Bruselas consistiría en seguir retrasando el acuerdo para facilitar el acceso a la UE a los servicios financieros británicos, los grandes perdedores del brexit. La solución se verá en las próximas semanas.