En la última cumbre de la OTAN de Bruselas en julio de 2018, Donald Trump acusó de "morosos" a sus aliados por su gasto insuficiente en defensa. El entonces presidente de Estados Unidos, que tachaba a la Alianza de organización "obsoleta", arremetió contra la canciller Angela Merkel por ser "rehén" de Rusia con el gaseoducto Nord Stream 2. El magnate inmobiliario también atacó a Pedro Sánchez por incumplir sus compromisos en inversión militar. Trump amenazó incluso con abandonar definitivamente la Alianza Atlántica. El presidente francés, Emmanuel Macron, dijo que la OTAN padecía de "muerte cerebral".
El aterrizaje en Bruselas del nuevo presidente norteamericano lo cambia todo. "América está de regreso", ha repetido Joen Biden incansablemente desde que aterrizó en Europa el pasado miércoles. Los analistas le califican como el líder más proeuropeo desde George W. Bush, lo cual no es en realidad decir mucho dado que su presidencia partió a la UE por la mitad por la guerra de Irak. En todo caso, los líderes europeos se dejan seducir. "¿Cree usted que América ha vuelto?", le preguntaron a Emmanuel Macron durante la cumbre del G-7 en Cornualles. "Indudablemente", respondió el presidente francés.
"En Bruselas, en la cumbre de la OTAN, afirmaré el compromiso inquebrantable de Estados Unidos con el artículo 5 y con garantizar que nuestra alianza sea sólida frente a todos los desafíos, incluidas amenazas como los ataques cibernéticos a nuestras infraestructuras críticas", ha anunciado Biden. El artículo 5 obliga a todos los aliandos a salir en defensa de sus socios. Uno para todos y todos para uno. Sólo se ha activado una vez, con motivo de los atentados del 11-S contra Nueva York y Washington. Pero Bush despreció la ayuda de sus socios y apostó por las "coaliciones de voluntarios". Trump nunca quiso apoyar el artículo 5.
También el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, espera grandes cosas de la cumbre de la OTAN en Bruselas. Para empezar, será su primer encuentro cara a cara con Biden en plena crisis diplomática con Marruecos. Moncloa confía en que el nuevo presidente rectifique la decisión de Trump de reconocer la soberanía de Rabat sobre el Sáhara.
Sánchez da por hecho además que la Alianza le encomendará organizar la próxima reunión de alto nivel en España en 2022. Sin embargo, su posición está muy debilitada porque España sigue muy lejos de su compromiso de dedicar el 2% del PIB al gasto en defensa. Es más, nuestro país está el segundo por la cola (1,02%), sólo superado por Luxemburgo (0,57%).
"El principal objetivo de la cumbre es, sin duda, mostrar que la OTAN está de vuelta y que Estados Unidos respalda sólidamente la misión de defensa colectiva de la Alianza tras las incertidumbres e incluso los traumas de los años de Trump" , relata a EL ESPAÑOL Jamie Shea, que ejerció de secretario general adjunto de la Alianza entre 2010 y 2018 y ahora es analista del think tank Friends of Europe.
¿Cuál es la diferencia entre esta cumbre y la de Trump en 2018? "Bueno, al menos habrá un presidente de Estados Unidos en Bruselas que cree en la OTAN y la ve como un activo para Estados Unidos y no como una carga onerosa. Será bueno tener a un presidente al que realmente le gusta estar en una cumbre de la OTAN y que esté dispuesto a escuchar además de hablar", sostiene Shea.
Pero el ex secretario general adjunto de la Alianza, que además fue portavoz durante la guerra de Kosovo, avisa de que las cosas no van a volver a ser como antes. "Biden no querrá volver a la antigua OTAN. Presionará para obtener más contribuciones europeas y una OTAN más global que esté dispuesta y sea capaz de ayudar a Estados Unidos a resolver los principales desafíos de seguridad de las democracias mientras se enfrentan al poder creciente de los regímenes autoritarios", explica a este periódico.
De hecho, el presidente de EEUU tiene previsto pedir a sus aliados en Bruselas que hagan más para contrarrestar la asertividad creciente de China en la escena mundial, además de hacer frente a la deriva autoritaria de Rusia. Biden tiene previsto verse con Vladimir Putin, al que ha calificado de asesino, este miércoles en Ginebra.
"La clave este lunes es cimentar un nuevo pacto transatlántico: Estados Unidos volverá a comprometerse a defender a Europa y, a cambio, los europeos deben estar dispuestos a trabajar con Estados Unidos para defender la democracia y abordar los grandes desafíos globales, como las ciberamenazas, el cambio climático y, por supuesto, el auge de China", resalta el ex secretario general adjunto de la OTAN.