Alemania o el reto de poner de acuerdo a verdes y liberales antes de sumar a Scholz o Laschet

En ese reto tanto el ganador de los comicios, el socialdemócrata Olaf Scholz, como su principal rival en las urnas, el democristiano Armin Laschet, miran con buenos ojos a Los Verdes de Annalena Baerbock y a los liberales de Christian Lindner. Porque, más allá de quién sea canciller, estos dos partidos se convierten ahora prácticamente en árbitros de la formación de Gobierno.

En la búsqueda de socios, se abren ahora distintas opciones, y las que ganan enteros de forma más clara son dos: o coalición semáforo o coalición Jamaica.

Coalición Jamaica o semáforo

La coalición Jamaica incluiría un ejecutivo formado por los conservadores del CDU, Los Verdes y los liberales del FDP. Se llama así por los colores de los tres partidos (negro, verde y amarillo), que coinciden con la bandera del país caribeño.

La semáforo aglutinaría también a Los Verdes y liberales, pero el socio mayoritario serían los socialdemócratas de Scholz. Lo que está claro es que en ambos modelos de gobierno habrá tres partidos y que liberales y ecologistas estarán en él. La duda es si ese gabinete lo encabezará un conservador o un socialdemócrata.

Estas alianzas tripartitas, nunca probadas a nivel federal, suponen un esfuerzo enorme tanto para ecologistas como para centristas. ¿El motivo? Las grandes diferencias de programa en temas clave como impuestos o energía.

El FDP, como lo ha admitido su jefe Christian Lindner antes y después de las elecciones, tiene las mayores coincidencias programáticas con la CDU/CSU mientras que Los Verdes tienen más punto de contacto con el SPD. "Una coalición rojiverde hubiera funcionado sin problemas", ha reconocido el copresidente de Los Verdes, Robert Habeck. Una coalición semáforo, que incluye a liberales, según Habeck, implica mayor disposición al compromiso.

Más allá de que Los Verdes sean los socios naturales de los socialdemócratas y los liberales se entiendan mejor con los conservadores, lo que toca esta vez es que Christian Lindner (FPD) y Annalena Baerbock (Los Verdes) aparquen sus diferencias programáticas y entiendan que de ambos depende la futura cancillería.

De rivales, en tanto que respectivos aliados naturales del SPD o la CDU/CSU, pasarán ahora a buscar caminos de acercamiento por cuenta propia.

Obligados a entenderse

En ese sentido, lo primero que se tiene que intentar, y ya sugieren tanto Barbock como Lindner, es una aproximación entre ecologistas y liberales y luego ver con cuál de los dos socios mayoritarios potenciales es más factible lograr un acuerdo.

"Hemos acordado que tendremos conversaciones previas con Los Verdes. Las mayores diferencias existen entre el FDP y Los Verdes, pero también son los partidos que han ofrecido superar el statu quo de la gran coalición", ha asegurado Lindner este lunes tras una reunión con la cúpula del partido.

"Después estaremos abiertos a aceptar invitaciones a negociar con el SPD o con la CDU/CSU si estas llegan", ha añadido. 

Resultados

Los Verdes sacaron su máximo histórico -un 14,8-, pero por debajo de las expectativas de marzo, cuando los sondeos colocaron a Annalena Baerbock rumbo a la Cancillería. Baerbock y el copresidente del partido, Robert Habeck, representan a la línea pragmática de los verdes. La ausencia del ala más izquierdista facilitará el diálogo con el partido liberal, apodado "de los sueldos altos", por su cercanía con el mundo empresarial.

El socialdemócrata Scholz reclama para sí el derecho a formar gobierno, tras haber logrado mejorar en cinco puntos el resultado de su agrupación en las elecciones de hace cuatro años mientras que el bloque conservador, formado por la Unión Cristianodemócrata (CDU) y la Unión Socialcristiana (CSU) bávara tuvo el peor resultado desde 1949.

Laschet, tras haber dicho anoche que la CDU/CSU tenía un mandato para presidir una "coalición de futuro", matizó hoy su afirmación diciendo que no había pretendido reclamar el derecho a formar Gobierno sino tan solo hacer una oferta a los otros dos partidos.