El ganador de la última edición del concurso de la mejor baguette de París no se convertirá en el panadero del Elíseo, como es costumbre, después de que a través de las redes sociales se le acusara de haber lanzado mensajes en contra de Francia.
Fuentes de la Presidencia francesa citadas por Le Parisien indican que no han contactado con el panadero y que no es automático que el ganador de ese concurso se convierta en el proveedor del Elíseo.
Pero hasta ahora esa costumbre se respetaba de forma escrupulosa. El concurso, organizado por la asociación de panaderos de la capital francesa, tenía como premio añadido convertirse en el panadero del presidente.
En esta ocasión el ganador fue Makram Akrout, un tunecino de 42 años que llegó a Francia sin papeles cuando tenía 23 y que se dedicó a trabajar hasta que su profesión en una panadería del distrito XII de la capital le permitió regularizar su situación y triunfar en el prestigioso concurso.
Una historia de integración que alabaron políticos y observadores, pero que dio un giro cuando, a través de las redes sociales, empezó a correr la noticia de que Akrout no siempre había sido amable con el país que le acogió.
"Francia impulsa y propaga la decadencia de nuestros países para proteger sus intereses colonialistas y nos empuja a alejarnos de la religión y de los valores islámicos", aseguraba el panadero en su página de Facebook, según se ve en capturas de pantalla difundidas por las redes y de las que se ha hecho eco Efe.
"Lloramos por Charlie Hebdo y por Notre Dame pero del lado de Francia, no lloran esos perros cuando se burlan del amo de la creación, Alá", aparecía en otro.
La página de Facebook de Akrout ha sido cerrada, mientras que él niega la veracidad de esos mensajes.
A través de su abogada Akrout ha presentado una denuncia por la difusión de esas falsedades y ha acusado a los grupos de la extrema derecha francesa de organizar una campaña "nauseabunda" contra él a costa de sus orígenes inmigrantes.
Una versión que no parece haber convencido al Elíseo, que ha renunciado a que se convierta en su proveedor.
También había dudas en el Ayuntamiento de París, que pidió a la Prefectura una investigación sobre la veracidad de los mensajes antes de que la alcaldesa, Anne Hidalgo, otorgara el premio en la tradicional ceremonia este fin de semana durante la fiesta del pan que tiene lugar en la explanada de la catedral de Notre Dame.
Ante la polémica generada, Akrout renunció a acudir a esa fiesta.
Los organizadores del concurso aseguran que el jurado cata a ciegas las diferentes baguettes, 122 en la última edición, frente a los mensajes de las redes sociales que indican que los últimos cinco ganadores son de origen tunecino.