Bruselas

Tras el tenso choque el pasado martes en la Eurocámara entre el primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki, y la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, que por momentos pareció desembocar en una ruptura total, la mayoría de los líderes europeos se han esforzado este jueves en rebajar la temperatura del enfrentamiento con Polonia. Una disputa que tiene su origen en las maniobras del Gobierno de derecha radical de Ley y Justicia para socavar la independencia judicial, cuyo último episodio es la sentencia del Constitucional polaco que cuestiona la primacía del derecho comunitario sobre las leyes nacionales.

Los esfuerzos de pacificación los ha liderado la canciller Angela Merkel, en lo que podría ser su último Consejo Europeo antes de abandonar el cargo. "Tenemos que encontrar formas y medios para recuperar la unidad sobre esta cuestión, porque una cascada de disputas legales ante el Tribunal de Justicia de la UE no resuelve el problema de cómo poner en práctica el Estado de derecho", ha dicho Merkel a su llegada a la cumbre que se celebra en Bruselas.

También el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha abogado por el diálogo con un "gran país" como Polonia, aunque también ha dicho que apoyará las medidas sancionadoras que adopte la Comisión de Ursula von der Leyen. Sánchez defiende "una vía constructiva de diálogo para poder encontrar una solución que saque a la Unión Europea y a los Estados miembros de esta situacion tan compleja y difícil en la que se encuentran".

El presidente del Gobierno se ha reunido cara a cara con el primer ministro polaco antes del inicio del Consejo Europeo. Morawiecki ha mantenido además encuentros bilaterales con la propia Merkel y con el presidente francés, Emmanuel Macron, en un claro esfuerzo por escenificar puntos de encuentro con las grandes potencias de la UE.

"Estamos abiertos al diálogo. Queremos resolver los aparentes problemas a través del diálogo", sostiene Morawiecki. Sin embargo, ha vuelto a acusar a las instituciones de la UE de "apoderarse de competencias que no les han sido asignadas en los Tratados". "No podemos aceptar que la Comisión o el Tribunal de Justicia decidan en cuestiones sobre las que no tienen autoridad (...) No cederemos a los intentos de chantaje o presión", ha dicho el ministro polaco. 

Caza de brujas

Una vez más, el primer ministro húngaro, Viktor Orbán, cuyo país está sujeto también a multitud de procedimientos sancionadores por parte de Bruselas por su deriva autoritaria, ha mostrado su apoyo inquebrantable a Polonia, a la que ha definido como "el mejor país de Europa". "Hay una caza de brujas en Europa contra Polonia, la verdad está del lado polaco", asegura Orbán.

"La primacía del derecho europeo no está para nada en el Tratado. La UE tiene primacía donde tiene competencias, la discusión está en las competencias. Polonia es un país democrático con elecciones justas", ha insistido el primer ministro húngaro, que rechaza cualquier intento de sancionar a Varsovia. 

En el extremo contrario del debate, los países del Benelux y algunos nórdicos han pedido a la Comisión mano dura contra el Gobierno de Morawiecki. "Es una pena si la gente cumple sólo cuando hay dinero en juego", ha dicho el primer ministro de Luxemburgo, Xavier Bettel, en referencia a la congelación de las ayudas europeas a Polonia.

"Tenemos que ser duros. La independencia del poder judicial polaco es el tema clave que debemos discutir y resolver y en el que Polonia debe adoptar las medidas necesarias. Eso no es negociable, tiene que ver con los cimientos de nuestras democracias en esta parte del mundo", sostiene el holandés Mark Rutte. A su juicio, Bruselas no puede aprobar los 36.000 millones de euros de Next Generation para Varsovia hasta que esta disputa no se resuelva.

¿Miembro del club?

"No se puede ser parte de un club y no respetar las reglas que se aplican a todo el mundo. No podemos decir que las reglas han dejado de aplicarse", se ha quejado el primer ministro belga, Alexander De Croo.

Por su parte, Von der Leyen ha reclamado a los jefes de Estado y de Gobierno que le respalden en las sanciones que prepara contra Polonia por su insumisión legal. "Todos tenemos que asumir nuestra responsabilidad a la hora de proteger nuestros valores fundamentales", ha dicho la presidenta de la Comisión.

El Ejecutivo comunitario sopesa tres opciones para actuar contra Polonia: un nuevo procedimiento de infracción para impugnar ante el TJUE la sentencia del Constitucional polaco, la congelación de todos los fondos europeos asignados a Varsovia, o la reactivación del artículo 7 del Tratado, el 'botón nuclear' que puede acabar con la suspensión del derecho de voto de Varsovia en la UE.

La presidenta cuenta con el pleno apoyo de la Eurocámara. Es más, el Parlamento Europeo prepara ya una denuncia contra ella si no actúa rápidamente. El pleno ha aprobado este jueves una resolución en la que sostiene que el Constitucional es un instrmento ilegítimo al servicio del Gobierno de Ley y Justicia y pide que se proteja a los ciudadanos polacos, que en su mayoría son proeuropeos.

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