La Comisión Europea ha aprobado este martes un paquete de medidas para hacer frente a la crisis provocada por el ataque migratorio de Bielorrusia en la frontera con Polonia y Lituania. Su principal novedad es una partida presupuestaria de 3,5 millones que se destinará a repatriar a los migrantes atrapados en la frontera que deseen regresar a sus países de origen. El jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, ha enviado una misión técnica a Minsk para organizar el operativo.
El vicepresidente de la Comisión, Margaritis Schinas, ha dejado claro que la UE no se plantea acoger a estos migrantes y repartirlos entre los Estados miembros. "Las vías legales son muy claras: estas personas o bien regresarán de forma voluntaria o pedirán asilo, y Bielorrusia no está exenta de considerar las solicitudes de asilo", ha relatado en rueda de prensa. Es decir, sus dos únicas salidas son la repatriación o el asilo en Bielorrusia, pero no en la UE.
Por su parte, Borrell ha explicado que el diálogo con el régimen de Lukashenko para las repatriaciones no significa en ningún caso negociación o reconocimiento. "Un pequeño equipo del Servicio de Acción Exterior está viajando a Minsk con el fin de verificar cuáles son las necesidades para facilitar las repatriaciones en cooperación con las agencias de la ONU. Pero la misión no tiene nada que ver con un reconocimiento o con negociaciones", sostiene el Alto Representante.
La financiación de la UE cubrirá los costes del retorno a los países de origen, así como el apoyo humanitario, médico y legal esencial mientras los migrantes se encuentren en territorio de Bielorrusia. Un primer avión con 432 iraquíes a bordo ya realizó una primera tanda de repatriaciones desde Minsk a Bagdad el 18 de noviembre. Bagdad y Erbil "son los dos destinos más demandados", ha explicado Schinas.
Al margen del dinero para las repatriaciones, Bruselas ha asignado 700.000 euros de ayuda humanitaria a refugiados y migrantes vulnerables que han quedado bloqueados en Bielorrusia, en las fronteras y dentro del país, de los cuales 200.000 van a ir directamente a la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja.
Finalmente, el Ejecutivo comunitario mobilizará otros 200 millones de euros para asistir a Polonia, Lituania y Letonia en la "gestión de fronteras". Eso sí, el vicepresidente Schinas ha vuelto a insistir en que este dinero europeo no puede utilizarse para construir vallas o muros porque así se ha acordado con el Parlamento Europeo.
Por lo demás, la Comisión de Ursula von der Leyen ha aprobado un nuevo instrumento legislativo que permitirá en el futuro prohibir los vuelos de las compañías que participen en el tráfico ilícito de migrantes. "Jamás aceptaremos la explotación de seres humanos con fines políticos", ha dicho la presidenta.
"Los intentos de desestabilizar a la Unión instrumentalizando a las personas no funcionarán. La UE está unida y está tomando medidas para resolver la situación creada en las fronteras exteriores con Bielorrusia", ha resaltado Von der Leyen.
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