Al menos 44 personas, 12 niños y 32 adultos, murieron la madrugada de este martes, al incendiarse un autobús en una autopista cerca de la ciudad de Bosnek, en el oeste de Bulgaria, ha informado el Ministerio del Interior.
Siete personas han sobrevivido, todas ellas trasladadas al hospital con quemaduras. El más joven, con 17 años.
Ocurrió en torno a las dos de la mañana. El vehículo, con matrícula de Macedonia del Norte, echó a arder por causas que aún se desconocen en la autopista que conecta ese país con Turquía.
Los primeros informes de la policía apuntan a que el autobús pudo haber chocado contra un bordillo o una barandilla.
La agencia oficial BNT asegura que el autobús siniestrado transportaba a 52 pasajeros, 12 de ellos niños. Al parecer, el grupo regresaba a la capital, Skopje, de un viaje de vacaciones de fin de semana a la ciudad turca de Estambul.
Poco antes del trágico accidente, los autobuses se detuvieron para descansar en una gasolinera. El área alrededor de donde se ha producido el accidente en la denominada autopista Struma ha sido cerrado por las autoridades.
El Gobierno normacedonio fue informado de inmediato de lo sucedido, tras lo cual varios miembros del Gobierno, incluido el primer ministro, Zoran Zaev, y el ministro de Exteriores, Buyar Osmani, se trasladaron a Sofía y al lugar del accidente.
Osmani visitó en Sofía a los supervivientes del accidente en el hospital de emergencias Pirogov, donde confirmó ante la prensa local que los pasajeros del autobús eran normacedonios de etnia albanesa.
El primer ministro interino de Bulgaria, Stefan Yanev, calificó hoy de "enorme tragedia" lo sucedido.
"Esperemos que podamos aprender las lecciones de este trágico incidente y que podamos prevenir estos incidentes en el futuro", dijo ante la prensa en el lugar del accidente.
El siniestro tuvo lugar en una zona acolinada de la autopista, a la altura de la localidad de Bosnek, donde ya en el pasado sucedieron numerosos accidentes.
Los primeros informes de la policía local señalan que el autobús pudo haber chocado contra un bordillo o una barandilla, tras lo cual se produjo una explosión que destruyó el vehículo por completo.
El ministro búlgaro del Interior, Boyko Rashkov, dijo que entre las diversas hipótesis que se manejan, no se descarta que el conductor se quedara dormido o muriera antes que el resto, razón por la cual no habría podido abrir las puertas para que los viajeros se salvaran de las llamas.
Según la prensa búlgara, cuatro autobuses de una empresa turística normacedonia viajaban juntos e ingresaron al país por el puesto de control Kapitan Andreevo, en la frontera entre Bulgaria y Turquía.