Portugal entra este miércoles en estado de calamidad para afrontar la quinta ola de coronavirus con nuevas restricciones que volverán a imponer el uso de certificados digitales y test en la vida diaria de los portugueses y endurecen los controles fronterizos.
El estado de calamidad, que está un escalón por debajo del de emergencia -el nivel más elevado, que se utilizó para decretar confinamientos- estará en vigor hasta el 20 de marzo y llega en un momento de incrementos de los hospitalizados, los contagios y la incidencia, que ya está en 325 casos por 100.000 habitantes.
A partir de este miércoles, los certificados digitales serán otra vez una constante en la vida diaria de los portugueses, ya que serán necesarios para acceder a toda la restauración -a excepción de las terrazas-, los alojamientos turísticos, los eventos con asiento marcado, los gimnasios y los casinos y bingos. Para las misas no es necesario el certificado.
En otros casos, las restricciones son más duras: para el ocio nocturno, las visitas a residencias y hospitales, los recintos deportivos -como estadios de fútbol- y los grandes eventos es necesario un test negativo además del certificado de vacunación.
Más controles en aeropuertos
Portugal también ha apretado los controles fronterizos y hasta el 9 de enero será obligatorio presentar un test negativo antes de embarcar para todos los vuelos internacionales, independientemente del origen y la nacionalidad del pasajero, incluso para los vacunados.
Se va a reforzar el control en los aeropuertos con empresas de seguridad privada y las aerolíneas se arriesgan a una multa de 20.000 euros por cada pasajero que embarque sin haberse realizado un test.
Los pasajeros procedentes de los archipiélagos de Madeira y Azores no están obligados a presentar un test negativo.
Controles aleatorios en tierra
En el caso de las fronteras terrestres, se realizarán controles aleatorios bajo unas reglas divulgadas en un despacho publicado la noche del lunes que ha generado confusión en el país.
Para los ciudadanos de países de la UE, las reglas dependerán del nivel de riesgo del lugar de origen.
El certificado digital -ya sea de vacunación, de test o de recuperación- será suficiente para los ciudadanos oriundos de países de la UE de riesgo bajo o moderado según el mapa del Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades (ECDC).
Para los ciudadanos de fuera de la UE o de países UE de riesgo elevado -rojo o rojo oscuro-, no será suficiente el certificado de vacunación y tendrán que presentar también un test negativo.
Fuentes del Ministerio de Administración Interna confirmaron a EFE que España está actualmente en nivel moderado porque no supera los 200 casos de covid por 100.000 habitantes en los últimos 14 días, por lo que no se exigirá test negativo adicional a los españoles con certificado de vacunación que entren al país por la frontera terrestre común.
Aun así, recordaron que el nivel de riesgo se actualiza cada semana en función de la evolución de la pandemia.
Los trabajadores transfronterizos, de transportes, de emergencias y seguridad y los menores de 12 años están eximidos de presentar test en todos los casos.
El incumplimiento de las reglas aplicadas en la frontera terrestre puede acarrear multas de entre 300 y 800 euros.
Estas reglas han generado malestar en la Unión Europea, que recordó a Portugal esta semana que los Estados miembro deben "abstenerse" de imponer barreras adicionales a los ciudadanos europeos con certificado de vacunación.
Semana de contención
El Ejecutivo socialista luso también ha preparado una "semana de contención de contagios" tras las fiestas navideñas para evitar que las reuniones familiares provoquen una escalada en la propagación del virus.
Entre el 2 y el 9 de enero será obligatorio teletrabajar y cerrará el ocio nocturno.
El inicio del trimestre escolar, que estaba previsto para el día 3, se retrasa hasta el 10.
Portugal acumula 1.147.249 casos confirmados y 18.441 fallecidos desde que estalló la pandemia.