Más de 2.000 personas se manifestaron este domingo en Ámsterdam contra las restricciones impuestas por el Gobierno neerlandés. La manifestación multitudinaria acabó con choques violentos entre decenas de manifestantes y la policía, que utilizó a perros y porras para reprimir a las personas que protestaban violentamente.
El municipio restringió el acceso a determinadas zonas de la zona centro de la ciudad neerlandesa e incluso había prohibido algunas manifestaciones. Fue cuando las fuerzas de seguridad empezaron a desalojar a manifestantes de la Musenpleim, la plaza céntrica, que surgieron los encontronazos. El ayuntamiento de Ámsterdam emitió "una orden de emergencia" en torno al mediodía y advirtió de que los agentes de seguridad actuarían "por fases" contra la gente que ignore las prohibiciones.
La policía neerlandesa tuvo que recibir apoyo adicional durante la revuelta social dados los choques con los manifestantes. Da la casualidad que este domingo los antidisturbios de la ciudad estaban de huelga. La policía utilizó a varios perros de guardia. En unas imágenes se puede ver como uno de los perros muerde a un manifestante y no lo suelta, por lo que tuvo que intervenir el policía que llevaba al perro con correa para intentar que este soltara el brazo del hombre.
La manifestación continuó su curso en Westerpark, un parque del centro de la ciudad, donde sí que estaba permitida la manifestación convocada por el partido de ultraderecha Foro para la Democracia (FvD). La convocatoria superó con creces el límite de aforo de 2.000 personas que había permitido el municipio para poder guardar la distancia de seguridad entre las personas.
“Hacemos un llamamiento urgente al público a mantener una distancia de 1,5 metros. La policía ya se lo ha comunicado a los organizadores y les ha vuelto a informar de que tienen la responsabilidad de recordar a los participantes la distancia de 1,5 metros”, escribió el ayuntamiento en un breve mensaje de Twitter. Esa distancia de seguridad, por lo general, no se cumplió, visiblemente.
Según medios locales, una persona resultó herida en la cabeza “aparentemente por una piedra”, mientras que al menos otros dos hombres fueron levemente heridos durante los enfrentamientos entre los manifestantes y la policía. Aún se desconoce el balance de heridos y detenidos durante la protesta.
Entre los manifestante se podían ver pancartas que pedían "libertad" y acusaban al Gobierno de querer controlar a la población: "No es sobre un virus, es sobre el control". Una persona entre la aglomeración llevaba una bandera de "Trump 2024".
En noviembre ya se produjeron manifestaciones muy violentas en Róterdam contra las medidas impuestas por el Gobierno y el pasaporte Covid. Cientos de manifestantes se enfrentaron a la policía, que acabó disparando a dos. En total, siete resultaron heridos y 20 fueron arrestados.
Países Bajos se encuentra desde el 19 de diciembre en un “confinamiento estricto” por el que se decretó el cierre de toda la actividad no esencial hasta el 14 de enero, así como de los colegios hasta el 9, y se limitó a dos el número de invitados a un hogar, aunque no se ha decretado la limitación de la libertad de movilidad por el país.
Ese confinamiento estricto, sin embargo, no está funcionando a la perfección. Los contagios no han bajado como se esperaba desde el confinamiento y además han subido ligeramente en los últimos días, según los datos oficiales del país publicados por el Instituto de Salud Pública. Este domingo se notificaron 17.531 casos, 1.880 más que el sábado, aunque las muertes descendieron significantemente hasta las seis. La media en los últimos siete días era de 35.
Además, hay 1.675 pacientes con Covid-19 en los hospitales del país, de los que 475 se encuentran en unidades de cuidados intensivos, según el Centro Nacional de Distribución de Pacientes. Hay, además, 13 pacientes neerlandeses en las UCI de la vecina Alemania.