El primer ministro italiano, Mario Draghi, defendió hoy que el Gobierno está unido en la gestión de la pandemia, pese a las discrepancias mostradas públicamente en los últimos días por los partidos de la coalición en asuntos como la hipótesis de obligatoriedad de la vacuna para toda la población.
La ultraderechista Liga, de Matteo Salvini, se ha mostrado contraria a este escenario, defendido por otras fuerzas, como el Partido Demócrata (PD, centroizquierda), y estas discrepancias quedaron patentes la semana pasada en la aprobación de un decreto ley que obliga a los mayores de 50 años a vacunarse.
"Nunca debemos perder de vista que la mayoría de los problemas que tenemos hoy se deben a que hay personas no vacunadas", dijo Draghi en una conferencia de prensa. "Por enésima vez, invito a todos los italianos que aún no se han vacunado a que lo hagan y a que se pongan la tercera vacuna".
"Cuando se aprueban este tipo de medidas, se intenta encontrar la unanimidad. Tener la unanimidad de la heterogénea coalición que soporta a este Gobierno, si es posible, es el objetivo", dijo Draghi, quien descartó que haya habido en algún momento desde el inicio de su Ejecutivo en febrero del 2021 "un obstáculo" por parte de los partidos.
El expresidente del Banco Central Europeo (BCE) destacó que imponer la vacunación para los mayores de 50 años intenta proteger la salud de un colectivo vulnerable, pero también la de los demás, e hizo un llamamiento a todos los italianos para que se vacunen porque "las unidades de cuidados intensivos son ocupadas en dos tercios por no vacunados".
En la rueda de prensa, Draghi estuvo acompañado por los ministrod de Sanidad, Roberto Speranza, y de Educación, Patrizio Bianchi, y el presidente del Consejo Superior de Sanidad, Franco Locatelli.
Speranza dijo que actualmente Italia tiene algo más del 10 % de la población de más de 12 años sin vacunar, y son estos, los que no se inmunizan, los que "ocupan dos tercios de las ucis y un 50 % de las hospitalizaciones en salas ordinarias".
El Gobierno también decidió la semana pasada que las escuelas abrirían este lunes para consentir la didáctica presencial, una medida que no han seguido algunos municipios de las regiones de Campania y Sicilia, que han decidido retrasar la vuelta a las aulas tras las navidades.
"El objetivo del Gobierno es que las escuelas estén abiertas. Basta ver las desigualdades que se han producido cuando se han dado las clases en remoto, desigualdades que se reflejan a nivel de norte y sur, y que les persiguen después en su trayectoria profesional", subrayó Draghi.
También dijo que "no tiene sentido" que los jóvenes no puedan ir a clase pero sí "a tomar una pizza con los amigos o ir al gimnasio" y destacó que "la actividad económica tiene que seguir adelante, pero se tiene que hacer con prudencia", igual que la educación presencial.