"Somos dependientes del gas ruso y la primera cosa que tenemos que hacer es cancelar esta dependencia", sostiene Josep Borrell. El jefe de la diplomacia de la Unión Europea ha pedido este miércoles a todos los ciudadanos europeos que contribuyan al esfuerzo de cortar la financiación de la guerra emprendida por Vladímir Putin en Ucrania bajando la calefacción de sus hogares y haciendo un "esfuerzo individual" para reducir el consumo de gas.
"Putin pensó que nuestra adicción al gas ruso era suficientemente fuerte como para hacernos retraer de la guerra en Ucrania. Pensó que nuestros lazos energéticos con Rusia nos inmovilizarían. Y ciertamente nuestros lazos energéticos con Rusia nos condicionan, porque cada año pagamos al petróleo, al gas y al carbón ruso el equivalente de las reservas de cambio que hemos bloqueado en los bancos occidentales donde el Banco Central ruso las tiene depositadas", ha dicho Borrell en un discurso en la Eurocámara.
"Hemos bloqueado el stock (de reservas acumuladas), pero no hemos parado el flujo", sostiene el Alto Representante para la Política Exterior y de Seguridad Común. Según sus datos, la UE gasta 700 millones de euros al día en importaciones de gas, petróleo y carbón de Rusia. Un dinero que no se destina a aumentar el bienestar del pueblo ruso sino a reforzar la maquinaria de guerra del Kremlin.
"Por lo tanto, la primera cosa que tenemos que hacer es cortar el cordón umbilical que une nuestra economía con la rusa y cortar el flujo que le permite acumular reservas con las cuales financiar la guerra", ha subrayado Borrell. Esto se puede lograr con iniciativas como el plan que acaba de anunciar Bruselas para recortar en dos terceras partes la dependencia del gas ruso de aquí a final de año. "Es un objetivo difícil pero realizable si realmente nos aplicamos a ello".
"Y eso requiere medidas macroeconómicas, medidas técnicas y también pide que los ciudadanos europeos bajen la calefacción de sus casas. También pide que todo el mundo haga un esfuerzo individual en recortar el consumo de gas, igual que recortamos el consumo de agua cuando hay sequía e igual que cuando nos ponemos una máscara para combatir el virus", sostiene el jefe de la diplomacia de la UE.
"Lo que hemos hecho contra el Covid-19, lo hemos de hacer a favor de Ucrania. Tiene que ser una movilización de los espíritus, de las actividades, de las actitudes individuales, en un compromiso colectivo para hacer frente a una tarea que es sin duda histórica y que hemos empezado demasiado tarde, pero más vale tarde que nunca", ha insistido Borrell.
"Porque cuando Rusia invadió Crimea dijimos que teníamos que reducir nuestra dependencia del gas ruso. Desde entonces hasta ahora, en vez de reducirla, la hemos aumentado. Ya es hora de que sistemáticamente, permanentemente, constantemente, con el valor casi de una cruzada política, los europeos reduzcan su dependencia del gas ruso", afirma el exministro de Exteriores español.
"La defensa de los valores liberales no se hará si no existe un compromiso político de los ciudadanos dispuestos a pagar un precio por ello. Será una pura quimera, serán declaraciones teóricas y retóricas si no estamos dispuestos a actuar más unidos, más coordinados y a pagar el precio que tiene inevitablemente cualquier transformación estructural, como aquella que representa cambiar el mix energético del conjunto de un continente", ha concluido Borrell.