El "cambio tectónico" de la UE por la guerra de Putin: hacia la independencia militar y energética
Los 27 no se ponen de acuerdo sobre cómo financiar este gran salto adelante: Francia, Italia y España piden un nuevo fondo de recuperación, mientras Alemania y los nórdicos se oponen.
12 marzo, 2022 03:13Noticias relacionadas
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"Algunos pensaban que la soberanía europea era un eslogan o una fantasía francesa. Ahora todo el mundo entiende que se trata de un imperativo", ha proclamado Emmanuel Macron en la rueda de prensa final de la cumbre de Versalles. Allí, los jefes de Estado y de Gobierno de los 27 han oficializado el vuelco geoestratégico que ha experimentado la UE en apenas quince días por el impacto de la guerra de Vladimir Putin en Ucrania. En el nuevo contexto de inseguridad en el continente, los líderes europeos se comprometen a avanzar de forma decidida hacia la independencia en materia militar, energética y también alimentaria. Todo un "cambio tectónico" en la historia de la UE.
"Nos hemos dado cuenta de hasta qué punto nuestra alimentación, nuestra energía, nuestra defensa son cuestiones de soberanía. Podemos cooperar, porque queremos ser una potencia abierta al mundo, pero queremos escoger a nuestros socios y no queremos depender de ellos. Eso es la soberanía. No es el proteccionismo, no es encerrarse, sino mantener nuestra apertura sin ser dependientes", sostiene Macron, que en su calidad de presidente de turno de la UE ha ejercido de anfitrión en Versalles.
"Ante el aumento de la inestabilidad, la competencia estratégica y las amenazas a la seguridad, hemos decidido asumir una mayor responsabilidad respecto de nuestra seguridad y adoptar nuevas medidas decisivas para construir nuestra soberanía europea, reducir nuestras dependencias y diseñar un nuevo modelo de crecimiento e inversión para 2030", reza la declaración de Versalles. Un texto aprobado por unanimidad y que "pasará a los anales del proyecto europeo", según ha señalado el presidente del Consejo, Charles Michel.
Sin embargo, los líderes europeos no se ponen de acuerdo sobre cómo financiar este gran salto adelante en la integración. Durante la cumbre, Macron ha planteado crear un nuevo fondo mediante la emisión de deuda conjunta -siguiendo la estela del plan de recuperación Next Generation- que se consagraría a defensa, energía y transición climática. Una iniciativa que cuenta con el apoyo de Mario Draghi, de Pedro Sánchez y de Christine Lagarde, pero que ha chocado de inmediato con el rechazo de los 'frugales' y de Alemania.
"Algunos países siempre encuentran nuevos argumentos de por qué no deberían pagar sus gastos", ha ironizado la primera ministra sueca, Magdalena Andersson. "No hay ningún plan sobre la mesa, porque en Holanda siempre hemos dicho que Next Generation era una iniciativa excepcional. Con el plan de recuperación existente todavía queda mucho por hacer", sostiene el holandés Mark Rutte. "La responsabilidad conjunta en Europa a través de la emisión de bonos conjuntos no está en la agenda en este momento”, dijo el lunes el ministro de Finanzas alemán, Christian Lindner.
Ante este rechazo radical, el propio Macron se ha visto obligado a recoger cable. "La buena estrategia es ponerse de acuerdo sobre los objetivos y después los instrumentos seguirán de forma natural. Si empezamos por discutir los instrumentos, conociendo nuestras divisiones, generalmente no progresamos y perdemos mucho tiempo", ha admitido el presidente francés. Sánchez ni siquiera ha mencionado el nuevo fondo en su rueda de presa.
Independencia energética en 2027
En materia de energía, los líderes se han marcado como objetivo conseguir la independencia total respecto a Rusia de aquí a 2027. La UE importa de Rusia alrededor 40% del gas que consume, así como el 27% del petróleo y el 46% del carbón. Una adicción que ha impedido a Bruselas aplicar el embargo total que Washigton y Londres sí han decidido contra los productos energéticos rusos.
"Debemos liberarnos de los combustibles fósiles de Rusia lo antes posible. Estamos en una situación muy difícil. Por un lado tenemos estas sanciones financieras que son muy duras, pero por el otro estamos apoyando e incluso financiando la guerra de Rusia al comprar gas, petróleo y otros combustibles fósiles de Rusia", ha lamentado la primera ministra de Finlandia, Sanna Marin.
Bruselas presentará un plan detallado a mediados de mayo para alcanzar esta independencia en 2027, respaldado por los recursos necesarios nacionales y europeos. Al mismo tiempo, los líderes europeos se comprometen a tomar medidas a corto plazo para poner coto al actual descontrol de precios de la energía. Una cuestión sobre la que sigue sin haber acuerdo entre los Veintisiete. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, realizará una gira por Europa la semana que viene en busca de consenso para acabar con "el chantaje económico de Putin".
Por su parte, la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, ha anunciado que a finales de marzo tiene previsto "presentar opciones para limitar el efecto contagio de la subida del gas en los precios de la electricidad". En una segunda fase, a medidados de mayo, el Ejecutivo comunitario aprobará también "opciones para optimizar el diseño del mercado de la electricidad, para que sostenga mejor la transición verde".
El Ejecutivo comunitario había recibido inicialmente con frialdad las peticiones de España de reformar el sistema de fijación de precios. De hecho, la comisaria de Energía, Kadri Simson, se alineó con Alemania y los países nórdicos con el argumento de que las propuestas españolas y francesas aumentarían el riesgo de apagones. Pero la guerra en Ucrania ha provocado un vuelco radical en Von der Leyen, que se acerca cada vez más a las ideas de Sánchez.
"Debemos dotarnos de instrumentos nuevos en los próximos 15 días para resistir mejor a los shocks de precios ligados a este contexto geopolítico. Los precios subían ya antes de la guerra y continúan subiendo por culpa de esta", ha apuntado Macron.
Aumentar la inversión en defensa
En Versalles, los jefes de Estado y de Gobierno se han comprometido por primera vez en la historia de la UE a "aumentar sustancialmente el gasto en defensa, dedicando una parte significativa a la inversión, centrándonos en las carencias estratégicas detectadas y desarrollando capacidades de defensa de manera colaborativa dentro de la UE". En paralelo, han aprobado una partida extra de 500 millones de euros para financiar la entrega de armamento de combate a Ucrania, otra iniciativa sin precedentes.
Tras el estallido del conflicto en Ucrania, Alemania, Dinamarca y Suecia han sido los tres primeros Estados miembros en anunciar un aumento inmediato de su gasto en defensa hasta alcanzar el 2% del PIB. Este es el objetivo que ha marcado la OTAN, pero que pocos países europeos cumplen. España es el país que menos dinero dedica a sus políticas militar y de defensa (apenas un 1,02%), sólo por delante del Principado de Luxemburgo.
Sánchez ha dicho que su objetivo es llegar en el año 2024 al 1,22% del PIB de gasto en defensa. A su juicio, la prioridad debe ser "acabar con la fragmentación de la base industrial de defensa en Europa y por tanto gastar mejor, invertir mejor, para crear sinergias que ahora mismo por desgracia no se están produciendo".
Bruselas presentará a mediados de mayo un análisis de los déficits de inversión en la UE en materia de defensa. Y propondrá las iniciativas que considere necesarias para "reforzar la base industrial y tecnológica de la defensa europea". Macron ya ha anunciado una nueva cumbre extraordinaria para debatir sobre la defensa europea. Pero Von der Leyen (y también Sánchez) ha puesto el énfasis en la necesidad de coordinarse estrechamente con la OTAN. "La OTAN es la alianza militar más fuerte del mundo", ha subrayado la presidenta.
La soberanía alimentaria
Rusia y Ucrania se encuentran entre los principales productores de cereales del mundo y la guerra amenaza con desestabilizar el mercado alimentario de la UE y provocar incluso una hambruna en África en un plazo de 12 a 18 meses por la falta de nuevas cosechas, según ha avisado Macron.
También en este capítulo, los líderes europeos le piden a Von der Leyen que "presente opciones para abordar el aumento de los precios de los alimentos y la cuestión de la seguridad alimentaria mundial lo antes posible".
Este problema preocupa particularmente a España, que el año pasado importó de Ucrania productos agroalimentarios por valor de 1.027 millones de euros (el 2,5% del total). Entre ellos destacan cereales (545 millones de euros, sobre todo, maíz, con 510 millones de euros) y aceites, por 423 millones de euros (el grueso, 422 millones de euros, se corresponden al de girasol).
El ministro de Agricultura, Luis Planas, ha pedido a Bruselas iniciativas para aumentar la disponibilidad de materias primas para la alimentación animal en el mercado comunitaro. También solicita adaptar las ayudas de la Política Agrícola Común a las nuevas circunstancias, con el fin de disponer de mayor superficie destinada a la producción de cereales y oleaginosas en la UE.