Los ministros de Asuntos Exteriores y de Defensa de los 27 han aprobado este lunes, durante una reunión conjunta, el plan elaborado por Josep Borrell para crear de aquí a 2025 una Fuerza Europea de Despliegue Rápido de hasta 5.000 soldados (con componentes terrestres, marítimos y aéreos). El objetivo de este embrión de Ejército de la UE es poder intervenir de forma autónoma y urgente en respuesta a amenazas inminentes o a situaciones de crisis fuera de la UE.
Esta nueva Fuerza de Despliegue Rápido constituye el pilar central de la nueva doctrina militar de la UE (o Brújula Estratégica, en jerga bruselense), cuyo objetivo es reforzar la política de seguridad y defensa común de aquí a 2030. Aunque Borrell empezó a elaborarla hace más de un año, la invasión de Ucrania por parte de Rusia ha obligado a redefinir las prioridades y ha dotado al plan de un nuevo sentido de urgencia.
La nueva doctrina militar de la UE será ratificada por los jefes de Estado y de Gobierno de los 27 durante la cumbre que se celebra el 24 y el 25 de marzo en Bruselas.
"La guerra de agresión de Rusia constituye un cambio tectónico en la historia de Europa. La UE está más unida que nunca frente a la agresión injustificada y no provocada de Rusia contra Ucrania, que vulnera gravemente el derecho internacional y la Carta de la ONU y socava la seguridad global y la estabilidad de Europa", reza el documento de Borrell.
El giro de la UE hacia la independencia militar empezó a plasmarse en la cumbre de Versalles a mediados de marzo. Allí, los líderes europes se comprometieron a aumentar "sustancialmente" el gasto en defensa. Además, encargaron a la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, que analice las necesidades de inversión y presente propuestas para reforzar la industria europea de defensa, así como opciones para compras conjuntas de equipamiento o preparación de proyectos. Bruselas presentará sus planes en mayo.
Invertir más y mejor
"Hoy, el gasto militar en Europa, de todos los Estados miembros sumados, es de alrededor de 200.000 millones de euros, el 1,5% del PIB. Estaba bajando rápidamente hasta 2014 y desde entonces empezó a subir. Pero tenemos que invertir más. Si queremos impulsar la innovación en defensa y ser más capaces de hacer frente a situaciones como la de Ucrania, necesitamos capacidades. Y un 1,5% del PIB no es suficiente", sostiene Borrell.
Esta cantidad equivale a cuatro veces lo que gasta Rusia y lo mismo que gasta China, pero resulta menos eficaz. "Tenemos que invertir más y tenemos que invertir mejor. Invertir mejor significa evitar duplicidades y evitar lagunas. Y estamos trabajando ahora, de acuerdo con el mandato del Consejo Europeo, en estudiar en profundidad estas lagunas: que nos falta y qué tenemos repetido dos o tres veces en duplicaciones que no son eficaces", ha indicado el jefe de la diplomacia de la UE.
"Las amenazas están aumentado y el coste de la inacción está claro. La Brújula Estratégica es una guía para la acción. Plantea un ambicioso camino a seguir para nuestra política de seguridad y defensa durante la próxima década. Nos ayudará a enfrentarnos a nuestras responsabilidades en materia de seguridad, ante nuestros ciudadanos y el resto del mundo. ¿Si no es ahora, entonces cuando?", sostiene Borrell.
Los parámetros exactos de la nueva Fuerza de Despliegue Rápido -incluyendo sus tareas detalladas, composición y aspectos financieros- se concretarán de aquí a finales de año. El objetivo es que este embrión de Ejército europeo realice sus primeros ejercicios conjuntos ya en 2023 y esté plenamente operativo para 2025.
Coaliciones de voluntarios
Los ministros de Exteriores y Defensa han acordado agilizar el proceso de toma de decisiones para activar esta Fuerza de 5.000 soldados. Hasta ahora, la exigencia de unanimidad ha paralizado el uso de los batallones europeos, que se crearon en 2007 pero no se han movilizado ni una sola vez. Borrell ha propuesto introducir algunas dosis de flexibilidad, como las "abstenciones constructivas".
Además, los Veintisiete podrán autorizar también la creación de "coaliciones de voluntarios" bajo el paraguas de la UE, cuyos participantes tendrán después autonomía para planificar y conducir las misiones.
Los ministros han insistido en que esta Fuerza Europea de Despliegue Rápido no tiene ninguna intención de sustituir a la OTAN, sino que será "complementaria". La Alianza Atlántica se mantendrá como el fundamento de la defensa colectiva de sus Estados miembros.
"No queremos un Ejército europeo. No se trata de crear un Ejército europeo. Cada Estado miembro seguirá teniendo su Ejército. Pero tenemos que trabajar juntos de forma más estrecha, tenemos que coordinarnos mejor y ser capaces de reaccionar", ha insistido Borrell.
"No somos una Unión militar, no somos una alianza militar. Pero queremos jugar un papel a la hora de proporcionar a los ciudadanos europeos más seguridad en un mundo problemático y peligroso", sostiene el Alto Representante para la Política Exterior y de Seguridad Común.
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