El presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, no se anda con medias tintas y llama a las cosas por su nombre. Al pan, pan y al vino, vino. Y lo hace le pese a quien le pese, aunque se trate de Alemania, un país que ha ofrecido a Ucrania su apoyo total y absoluto desde que Putin ordenara invadir el país vecino el pasado 24 de febrero.
El presidente alemán, Frank-Walter Steinmeier, tenía planeado visitar Kiev este miércoles, pero su viaje no ha sido recibido con buenos ojos por Ucrania. El propio Steinmeier lo ha reconocido este martes después de las críticas de Zelenski, que ha puesto a Alemania ante el espejo al denunciar que el actual presidente alemán defendía durante sus años como ministro el acercamiento de posturas entre Occidente y Rusia.
Si a eso sumamos el hecho de que Steinmeier fue uno de los más firmes defensores de la construcción del gasoducto Nord Stream, se entiende el rechazo de Zelenski. Aunque no es habitual hacerlo público de manera tan abierta.
Fuentes de la diplomacia ucraniana han señalado al diario alemán Bild lo siguiente: "Todos conocemos las estrechas relaciones de Steinmeier con Rusia. En este momento no es bienvenido en Kiev. Ya veremos si eso cambia en el futuro".
El presidente alemán tenía previsto acudir a Kiev con su homólogo polaco, Andrzej Duda, y con los presidentes de Estonia, Lituania y Letonia "para enviar una clara señal de la solidaridad de Europa con Ucrania", señaló a los periodistas desde Varsovia. "Estaba preparado para eso. Pero aparentemente, y tengo que admitirlo, eso no era lo que quería Kiev", señaló ante la prensa sin profundizar en la respuesta.
Tras este varapalo no está claro si los otros líderes europeos que iban a acompañar a Steinmeier van a realizar el viaje, según apunta Reuters. Las autoridades ucranianas no han querido hacer comentarios al respecto.
El periódico Bild informó el martes de que Zelenski había vetado a Steinmeier por sus estrechos vínculos con Rusia y el por el respaldo del gasoducto Nord Stream 2, un proyecto diseñaado para duplicar la cantidad de gas ruso que llega directamente a Alemania, pero que se ha cancelado desde que estallara la guerra.
Tras la invasión rusa de Ucrania las redes sociales reaccionaron en contra de Steinmeier. Aparecieron numerosos mensajes en Twitter con fotografías en las que el presidente alemán abrazaba afectuosamente al ministro de Exteriores ruso, Serguei Lavrov. Ante la avalancha de críticas, el presidente alemán expresó sus remordimientos y reconoció su error por haber defendido esa política.
Tras las declaraciones de Steinmeier un portavoz del Gobierno alemán ha indicado a la agencia Reuters que "Alemania ha sido y es uno de los más firmes defensores de Ucrania... y seguirá siendo así. El presidente tiene una posición clara e inequívoca en favor de Ucrania", añadió el portavoz.
Steinmeier es un político socialdemócrata que fue ministro de Exteriores con Angela Merkel antes de alcanzar la presidencia y que conoce a Vladimir Putin desde el año 2001. El mandatario ruso intervino en el Bundestag ese mismo año y realizó un discurso en el que se dirigió a los diputados en alemán. Aquello dio esperanzas a Steinmeier para que las relaciones entre Moscú y Berlín mejoraran, tal y como reconoció en una entrevista concedida este mismo martes a la revista Spiegel.
"Aquel Putin de 2001 no tiene nada que ver con el de 2022 al que ahora vemos como un promotor de la guerra brutal y atrincherado", sentenciaba Steinmeier. Sin embargo, no piensa igual Zelenski, que no olvida aquellos gestos y agasajos de entonces al que hoy es su peor enemigo.
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