A las 12.00 horas de este domingo se ha cumplido el plazo que ha dado Rusia a los últimos combatientes ucranianos en Mariúpol para que se rindan, sin haber recibido señales de que Ucrania haya cumplido con el ultimátum. El presidente del país, Volodimir Zelenksi, ha sido tajante a este respecto y asegura que si el presidente ruso mata a sus tropas en la ciudad significará el cese de las negociaciones.
La estratégica Mariúpol, junto al mar de Azov, es una de las principales metas de los rusos en su esfuerzo por lograr el total control de la región del Donbás y formar un corredor terrestre en el este del país desde la anexionada península de Crimea. La ciudad vive una situación dramática bajo el asedio ruso, con decenas de muertos y personas evacuadas. Este domingo, Rusia daba un ultimátum a las tropas que quedan allí: que depusieran las armas en un plazo de siete horas a partir de las 06.00 am del domingo según la hora de Moscú (05.00 am hora española).
Así lo anunciaba en una declaración el jefe del Centro de Control de Defensa Nacional de la Federación Rusa, el coronel general Mikhail Mizintsev: "Dada la situación catastrófica en la planta metalúrgica de Azovstal, en Mariúpol, las Fuerzas Armadas Rusas ofrecen a los militantes de los batallones nacionalistas y mercenarios extranjeros desde las 06:00 hora de Moscú el 17 de abril de 2022 detener cualquier hostilidad y deponer las armas".
Y aseguraba que "se garantizará la preservación de la vida a aquellos que depongan las armas".
A este respecto Zelenski ha sido tajante. En su última intervención pública, el presidente del país ocupado relataba que "la situación en Mariúpol sigue siendo lo más grave posible, simplemente inhumana", y lo achaca a que Rusia "deliberadamente continúa destruyendo nuestras ciudades. Están tratando deliberadamente de aniquilar a todos los que quedan en Mariúpol", proseguía.
Y añadía: "Quiero decir que la eliminación de nuestros militares, de nuestros hombres, pondrá fin a cualquier tipo de negociación".
En tanto, el primer ministro de Ucrania, Denys Shmyhal, ha afirmado este domingo que los soldados ucranianos lucharán "hasta el final" para defender Mariúpol. "La ciudad no ha caído. Todavía están nuestros soldados y lucharán hasta el final. Por ahora siguen en Mariúpol", ha indicado en una entrevista para la televisión estadounidense ABC.
Por su parte, el coronel Mizintsev también relataba en su comunicado que la situación de los soldados es "desesperada". Según explica, las tropas estarían "exigiendo persistentemente el permiso oficial de Kiev para rendirse", pero en respuesta "reciben amenazas de ejecución".
La situación, por lo tanto, se mantiene al límite, después de que se haya cumplido el plazo ruso y sin recibir respuesta por parte de Ucrania, aunque el Ejército ucraniano asegura que los bombardeos rusos en Mariúpol han continuado junto con las operaciones de asalto que está realizando cerca del puerto.
Los ataques rusos en la región han provocado una de las mayores catástrofes en la ciudad al bombardear a los residentes desarmados y bloquear la llegada de la ayuda humanitaria, según vienen denunciado distintos organismos internacionales así como las propias autoridades locales.
La Dirección Principal de Inteligencia del Ministerio de Defensa ucraniano afirma que los rusos han desplegado hasta 13 crematorios móviles en Mariúpol para sacar de las calles los cuerpos de los civiles asesinados.
Además, las autoridades ucranianas consideran que unos 120.000 civiles permanecen en la ciudad sitiada, que defienden el Regimiento Azov, los Marines y otras fuerzas.
Mientras tanto, al no haber podido superar a la resistencia ucraniana en el norte del país, el Ejército ruso ha vuelto a centrar su ofensiva terrestre en el este, en el Donbás, mientras continúan los ataques de larga distancia en otros lugares, incluida la capital, Kiev.