La guerra se recrudece por momentos. Dos misiles Neptuno procedentes de Ucrania hundieron el jueves el 'Moskva', el buque insignia de la Flota rusa en el Mar Negro. El ministro de Defensa de Ucrania, Oleksii Reznikov, alardeó de ello: "Hay un punto de buceo más en el Mar Negro", fue el mensaje socarrón que publicó en redes sociales.
"Un buque de guerra ruso insignia es un sitio de buceo digno", decía el mensaje de Reznikov. Y a continuación se recreaba en la hazaña de su Ejército con estas palabras: "Definitivamente visitaré los restos del naufragio después de nuestra victoria en la guerra. Por cierto, ya tengo 300 submarinistas".
Horas después, Rusia bombardeó de nuevo Kiev como represalia por haber destruido su buque. En la madrugada del viernes se volvieron a escuchar los sonidos de las explosiones y de las sirenas antiaéreas en la capital.
Las autoridades ucranianas informaron también el mismo viernes de fuertes bombardeos del Kremlin en la región de Donetsk, al sureste del país, con el fin de hacerse con la zona del Donbás. Y en Jersón y Járkov se volvió a escuchar el sonido de las bombas. Las acometidas de Moscú han continuado este sábado: sus armas de alta precisión han alcanzado una fábrica de misiles en la capital en la que se producía el modelo Neptuno, causante del hundimiento del Moskva. Y también han atacado un centro comercial en Járkov.
Precisamente en esta ciudad, la segunda más grande del país, se ha visto afectado uno de los restaurantes de la ONG del chef José Andrés. Cuatro de sus trabajadores han resultado heridos aunque todos están "a salvo", según ha asegurado el cocinero español.
"El equipo de World Central Kitchen y nuestros compañeros ucranianos están enervados pero a salvo después de un ataque con misiles en un restaurante en Kharkiv", ha afirmado en su cuenta oficial de Twitter. "Dar de comer en medio de una guerra insensata es un acto de valentía, de resiliencia, de resistencia... y seguiremos cocinando", ha remarcado.
Precisamente de resistencia va la cosa. En las últimas horas Vladimir Putin ha amenazado con aplastar a la resistencia ucraniana en Mariúpol y la reacción de Volodimir Zelenski no se ha hecho esperar. El presidente ucraniano ha aseverado que si Rusia elimina a los últimos combatientes ucranianos que defienden la ciudad portuaria de Mariúpol (en el sur del país), pondrá fin a cualquier tipo de negociación.
Al referirse a los bombardeos que se han producido en las últimas horas en las afueras de Kiev, Zelenski ha explicado al portal de noticias ucraniano Pravda que "Mariúpol puede convertirse en diez Borodyankas", aludiendo así a la situación de esta ciudad, que se encuentra a 40 kilómetros de Kiev y supera en devastación y número de muertes la masacre de Bucha. "Quiero decir que la eliminación de nuestros militares, de nuestros hombres, pondrá fin a cualquier tipo de negociación", ha señalado de forma tajante.
Zelenski sostiene que "Ucrania no está dispuesta a comerciar ni con su territorio ni con su gente" y añade: "Cuantos más lugares haya como Borodyanka, más difícil será". Previamente, Ucrania había informado de que sus tropas aún resistían en las ruinas de Mariupol, donde las Fuerzas ucranianas habían sido empujadas hacia la planta metalúrgica de Azovstal, cerca del puerto".
Ultimátum de Putin
Rusia ha instado este domingo a las fuerzas ucranianas que resisten en Mariúpol a que cesen las hostilidades y depongan las armas, un ultimátum que ha entrado en vigor a las 06:00 hora de Moscú (3:00 GMT, dos horas más en la España peninsular) y que tiene un plazo de siete horas.
Así lo anunció anoche en una declaración el jefe del Centro de Control de Defensa Nacional de la Federación Rusa, el coronel general Mijail Mizintsev, según la agencia oficial Tass.
La estratégica Mariúpol, junto al Mar de Azov, es una de las principales metas de los rusos en su esfuerzo por lograr el total control de la región del Donbás y formar un corredor terrestre en el este del país desde la anexionada península de Crimea.
"Dada la situación catastrófica que se ha desarrollado en la planta metalúrgica de Azovstal, además de guiarse por principios puramente humanos, las Fuerzas Armadas Rusas ofrecen a militantes de batallones nacionalistas y mercenarios extranjeros desde las 06:00 hora de Moscú del 17 de abril de 2022 detener cualquier hostilidad y deponer las armas. A todos los que depongan las armas se les garantiza la preservación de la vida", dice el comunicado.
Mizintsev ha dicho que el contenido de las "negociaciones entre militantes de formaciones nacionales y mercenarios bloqueados en Mariúpol en la planta metalúrgica de Azovstal atestigua su situación desesperada, exigen persistentemente el permiso oficial de Kiev para rendirse, pero en respuesta reciben amenazas de ejecución".
Añade que los militantes se encuentran "en una situación desesperada, prácticamente sin comida ni agua". La declaración divulgada durante la madrugada del domingo, según la agencia rusa, se transmitirá también a la ONU, la Organización para la Seguridad y la Cooperación en europa (OSCE), el Comité Internacional de la Cruz Roja y otras organizaciones internacionales.