Bruselas

La Comisión Europea ha anunciado este miércoles un nuevo préstamo blando por valor de 9.000 millones de euros a Ucrania con el fin de cubrir a corto plazo el agujero presupuestario provocado por la invasión de Rusia. El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha estimado el déficit de financiación de Kiev de aquí a junio en 14.300 millones.

La guerra ha provocado un hundimiento de los impuestos, exportaciones y otros ingresos. Al mismo tiempo, los gastos esenciales se han disparado y el Gobierno de Kiev necesita una importante ayuda internacional para mantener los servicios básicos, abordar las necesidades humanitarias y reparar las infraestructuras básicas.

Bruselas espera que la asistencia financiera de 9.000 millones que ofrece la UE se complemente con el apoyo del resto de socios del G-7. El importe se abonará en tramos con vencimientos largos y tipos de interés favorables gracias a la garantía del presupuesto comunitario. Además, los Estados miembros deberán aportar avales adicionales para captar los fondos en el mercado.

Desde que estalló la guerra, la UE ya ha movilizado un total de 4.100 millones de euros para Ucrania en forma de asistencia macrofinanciera, ayuda presupuestaria, y fondos humanitarios. También se ha facilitado asistencia militar con cargo al Fondo Europeo de Apoyo a la Paz por un importe de 2.000 millones de euros.

En paralelo, el Ejecutivo comunitario ha empezado a trabajar en la puesta en marcha de un gran fondo de reconstrucción para cuando termine el conflicto. El propio Gobierno ucraniano ha estimado en al menos 600.000 millones el coste total de la factura

La idea con la que trabaja Bruselas consiste en crear una estructura similar a la de Next Generation. Una combinación de subvenciones y créditos, cuyo desembolso se condicionaría a la ejecución por parte de Kiev de una serie de reformas que sirvan para combatir la corrupción, acercar al país a los estándares europeos y acelerar la doble transición digital y verde.

El principal problema ahora es cómo financiarlo. El Ejecutivo comunitario ha sugerido que, como en el caso de Next Generation, se pague al menos en parte con la emisión de deuda conjunta europea. Pero la idea genera muchas reservas entre los Estados miembros, en particular los frugales.

"Tendremos que decidir sobre las principales fuentes de financiación, como el presupuesto de la UE, las contribuciones de los Estados miembros de la UE y de otros países, y también la inversión privada", ha dicho el vicepresidente económico de la Comisión, Valdis Dombrovskis, que se ha cuidado de no mencionar la deuda.

Como ya dijo Josep Borrell la semana pasada, Dombrovskis es partidario de confiscar los bienes congelados a los oligarcas rusos y los activos del Banco Nacional de Rusia. "Deberíamos considerar cómo utilizar los activos rusos congelados e incautados para la reconstrucción de Ucrania. La UE no está sola en esto. Sabemos que otros socios como Estados Unidos y Canadá también están pensando en la misma dirección", señala el vicepresidente.

"Necesitamos hacer que Rusia pague por su agresión militar contra Ucrania y su pueblo, y el daño que ha causado. Esto no será fácil, por supuesto. Pero en una situación de guerra, nunca hay una forma sencilla de tratar con un agresor", ha concluido.

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