Bruselas

"No estamos donde deberíamos con los Balcanes Occidentales. Hoy no es un buen día", admitía el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, en la cumbre extraordinaria entre los líderes de la UE y los Balcanes celebrada este jueves antes del Consejo Europeo.

Lo que se había programado como un encuentro para dar un nuevo impulso al proceso de adhesión a la Unión Europea de los países de la región, se ha acabado convirtiendo en una batalla de reproches y vetos cruzados. Un bloqueo total que ha impedido adoptar incluso las decisiones más urgentes: iniciar las negociaciones de adhesión con Macedonia del Norte y Albania o levantar la exigencia de visado a los ciudadanos de Kosovo que viajen a la UE. La rueda de prensa final de la reunión se ha cancelado.

Los dirigentes de los países de los Balcanes han reclamado a los jefes de Estado y de Gobierno de los 27 que no se les relegue en beneficio de Ucrania, país al que se le ha concedido el tiempo récord el estatus de candidato a la adhesión como signo de apoyo político frente a la agresión de Rusia. Los balcánicos se sienten discriminados por este trato preferente hacia Kiev. La UE les prometió una perspectiva europea en la cumbre de Salónica en 2003, pero transcurridos casi 20 años, esta oferta no se ha materializado. Además, ahora Ucrania les adelanta.

[La candidatura de Kiev pone a prueba la capacidad de la UE de absorber a más miembros]

Montenegro y Serbia negocian con Bruselas desde hace años, pero las perspectivas de Belgrado están lastradas por su enfrentamiento constante con Kosovo y su acercamiento a la Rusia de Vladímir Putin. De hecho, los serbios no se han alineado con las sanciones de la UE contra Moscú, uno de los focos de tensión en la cumbre entre la UE y los Balcanes. 

"Siempre hemos votado contra la agresión a Ucrania en la Asamblea General de la ONU. Apoyamos la integridad territorial de Ucrania, como apoyamos la integridad territorial de Serbia, lo que no hacen muchos Estados miembros de la UE. Es un tema muy complicado", se ha justificado el primer ministro serbio, Aleksandar Vucic, a su llegada a la reunión.

El primer ministro de Albania, Edi Rama, ha arremetido contra los líderes europeos por bloquear la candidatura de su país UE

Por su parte, Macedonia del Norte fue reconocida como país candidato en 2005 y Albania en 2014. Pero la UE no ha abierto todavía las negociaciones de adhesión con ninguno de los dos, a los que ahora se trata como un paquete indivisible. Primero, por la disputa sobre el nombre entre Macedonia del Norte y Grecia. Y después por problemas bilaterales entre Bulgaria y Macedonia del Norte. 

La presidencia francesa de la UE ha trabajado hasta el último minuto para que Bulgaria levantara el veto que ostenta en solitario y enviar así una señal positiva a los Balcanes el mismo día en que se reconocía la candidatura de Ucrania. Pero la caída en las últimas horas del Gobierno proeuropeo de Kiril Petkov ha impedido el acuerdo. "Esto muestra que la unanimidad es un gran problema para tomar decisiones", se ha quejado Borrell.

Por su parte, el primer ministro de Albania, Edi Rama, ha arremetido contra Bulgaria, pero también contra el resto de socios europeos por permitir este bloqueo, que dura ya años. "Es una vergüenza que un país de la OTAN secuestre a otros dos países de la OTAN, Albania y Macedonia, en medio de una guerra caliente en el patio trasero de Europa, con otros 26 países contemplando quietos en un aterrador espectáculo de impotencia", ha denunciado Rama.

"Macedonia del Norte es candidata desde hace 18 años, si no he perdido la cuenta, y Albania desde hace 8. Doy la bienvenida a Ucrania. Es una buena cosa darle el estatus de candidato, pero espero que los ciudadanos ucranianos no se hagan muchas ilusiones sobre ello", ha señalado el primer ministro albanés.

La presidenta de Kosovo, Vjosa Osmani, posa con Ursula von der Leyen, Charles Michel y Emmanuel Macron UE

Bosnia y Kosovo ni siquiera tienen el estatus de candidatos a entrar en la UE, son "potenciales candidatos". En el caso de Bosnia, en Bruselas preocupa enormemente la creciente inestabilidad en el país, la falta de reformas y la injerencia de Rusia. En cuanto a Kosovo, hay cinco Estados miembros (España, Grecia, Rumanía, Chipre y Eslovaquia) que ni siquiera reconocen su independencia, lo que todavía complica más las cosas.

La presidenta de Kosovo, Vjosa Osmani, ha criticado que la UE siga sin levantar la exigencia de visado a los ciudadanos de su país, pese a que Bruselas lo recomendó hace ya 4 años tras constatar que se cumplían todos los requisitos. Osmani se ha quejado además de la deriva prorrusa de Serbia, que a su juicio perjudica al conjunto de los Balcanes.

"Hasta ahora, y esto es lamentable, Serbia no ha mostrado ninguna voluntad de alinearse plenamente con la UE en las sanciones contra Rusia. De esta forma, además de dañar su perspectiva europea, están perjudicando al resto de la región porque están permitiendo que aumente la influencia de Rusia en el conjunto de la región, lo que perjudica a la paz y la estabilidad a largo plazo", sostiene Osmani.

Pedro Sánchez, durante la cumbre entre la UE y los países de los Balcanes UE

"No veo ningún daño para los Balcanes Occidentales si Ucrania y Moldavia avanzan (hacia la UE). Al contrario, al abrir sus puertas a Ucrania y Moldavia, la UE está enviando un fuerte mensaje de que esto tiene una importancia geoestratégica, que se trata de una decisión política. Y eso es exactamente lo que los Balcanes necesitan también", asegura la presidenta de Kosovo.

"Espero que al mismo tiempo que Ucrania y Moldavia avanzan -al mismo tiempo- la UE entenderá que nosotros, que somos parte del corazón de Europa, también merecemos avanzar. Porque si la UE no ofrece una señal clara y unificada a los Balcones, otros actores malignos usarán este espacio vacío", ha avisado Osmani en referencia a Rusia, pero también a China.

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