El ministro de Finanzas de Reino Unido, Rishi Sunak, y el ministro de Salud, Sajid Javid, han dimitido este martes al "perder la confianza" en su primer ministro, Boris Johnson.
"Yo no puedo continuar con la conciencia tranquila". Con estas palabras se despedía Javid, el primero en renunciar a través de una carta publicada en Twitter. En ella señalaba el "enorme privilegio" que ha sido servir en "su cargo", pero anunciaba que "lamentablemente" no podía seguir. "El país necesita un partido conservador fuerte y con principios", ha señalado.
Pocos minutos después, Sunak renunciaba a la cartera de Finanzas. "No podemos continuar así", señalaba en su carta de dimisión. "El público espera con razón que el Gobierno se lleve a cabo de manera adecuada, competente y seria. Reconozco que este puede ser mi último trabajo ministerial, pero creo que vale la pena luchar por estos estándares y es por eso por lo que renuncio", añadía.
"En preparación para nuestro discurso conjunto propuesto sobre la economía la próxima semana, me ha quedado claro que nuestros enfoques son fundamentalmente diferentes", dijo Sunak.
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La decisión de los dos pesos pesados del Gobierno ponen a Johnson en la cuerda floja. La renuncia de Javid y Sunak no tiene precendentes recientes, pero recuerdan a los movimientos que provocaron la renuncia de Margaret Thatcher en 1990.
En principio, el premier británico no puede someterse a una moción de censura hasta dentro de un año. Sin embargo, tras el desafío de liderazgo al que se sometió el pasado mes (y del que salió victorioso) el estado de ánimo en el Partido Conservador es desfavorable para Johnson. Con un ejecutivo dividido entre leales y críticos, no se puede descartar que haya más renuncias en los próximos días.