El Kremlin lo tiene claro, Rusia no parará de atacar bajo ningún concepto. Ni siquiera para facilitar el cumplimiento del acuerdo firmado sobre las exportaciones del grano.
Así lo hacía saber este mismo lunes el gobierno liderado por Vladimir Putin: Las exportaciones de cereales ucranianos desde el puerto de Odesa pueden realizarse conforme el acuerdo firmado bajo el auspicio de la ONU, pese a los bombardeos de Rusia a infraestructuras portuarias. Los bombardeos "sólo están dirigidos a la infraestructura militar. No tiene nada que ver con la infraestructura utilizada para la aplicación del acuerdo de exportación de cereales", dijo el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov.
"Es por eso que no puede ni debe obstaculizar el inicio del proceso de carga", aseguró Peskov. Por su parte, Serguéi Lavrov, el ministro de Exteriores ruso, no desaprovechó la oportunidad de dejar la puerta abierta a atacar cualquier objetivo que ellos consideren "infrastructura militar".
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De esta manera, el jefe de la diplomacia rusa aseguró que en el marco del pacto sobre el grano Rusia no se ha comprometido a cesar su campaña militar y dejar de "destruir la infraestructura militar y otros objetivos militares" en Ucrania. En la misma línea, Lavrov añadió que el objetivo atacado el sábado pasado en el puerto de Odesa está "muy lejos" de las instalaciones que se van a utilizar para la exportación del grano.
"No hay ningún impedimento para que el grano comience a ser suministrado a sus demandantes, de acuerdo con lo firmado en Estambul", dijo durante una visita a Congo, en el marco de su gira por varios países africanos. Así, en este contexto, Rusia y Ucrania ultiman los pasos para poner en marcha el acuerdo sobre la exportación del grano alcanzado en Turquía, mientras siguen los combates en el Donbás y el sur ucraniano.
"Esperamos que el acuerdo empiece a funcionar en los próximos días", dijo este lunes el ministro de Infraestructuras de Ucrania, Oleksandr Kubrakov. Según sus estimaciones, la reapertura de los puertos permitirá exportar mensualmente unos tres millones de toneladas, lo que le reportará a Ucrania ingresos adicionales de más de 1.000 millones de euros.
Kubrakov recalcó que en Estambul, donde se firmó el pacto el pasado 22 de julio, se creará un centro de coordinación para supervisar el funcionamiento del corredor humanitario para la salida del grano que comenzará a funcionar el miércoles, 27 de julio. Según el último comunicado publicado en la web de la Administración de los Puertos Marítimos de Ucrania, se están llevando a cabo preparativos para reanudar el trabajo de los puertos de Odesa, Chernomorsk y Yuzhny, todos situados en el mar Negro.
El viceministro de Infraestructuras, Yuri Vaskov, señaló, por su parte, que, si todo va según lo previsto, el primer cargamento de cereal saldrá esta semana del puerto de Chernomorsk, en la región de Odesa. Asimismo hay que recordar que tras los ataques lanzados el sábado contra el puerto comercial de Odesa, Ucrania acusó a Rusia de "escupir en la cara" a la ONU y a Turquía y afirmó que Rusia deberá asumir "toda la responsabilidad" si se rompe el acuerdo.
En el campo de batalla, los combates entre las fuerzas rusas y ucranianas continuaron en la última jornada sin grandes avances, pero tampoco sin pausa por los preparativos para la exportación del grano, confirmando las palabras del ministro de Exteriores ruso. De acuerdo con el parte diario de la inteligencia británica, las hostilidades siguen tanto en el Donbás, como en la región sureña de Jersón, controlada prácticamente en su totalidad por las tropas rusas desde comienzos del mes de marzo.
Los militares británicos destacan que los "los comandantes rusos continúan enfrentando un dilema, si destinar recursos a la ofensiva en el este o para reforzar la defensa en el oeste". Mientras, el estadounidense Instituto para los Estudios de la Guerra (ISW) subraya en su último informe que los funcionarios ucranianos reconocen cada vez más las acciones de contraofensiva ucranianas en la región de Jersón.
El asesor de administración de la región de Jersón, Serhiy Khlan, dijo el 24 de julio que las fuerzas ucranianas han pasado de la defensa a la contraofensiva en esta región, que sería "completamente liberada" de las tropas rusas para septiembre. El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, había dicho el día anterior que las fuerzas ucranianas avanzaban "paso a paso" en Jersón, limítrofe con la península de Crimea, que Moscú anexionó en 2014.
Según el ISW, durante la semana pasada, los ataques ucranianos dañaron los tres puentes controlados por Rusia que conducen a Jersón. Rusia dijo a su vez que evitó en las últimas horas el desembarco de "saboteadores" en dos lanchas de combate en Jersón.
También las autoridades de Jersón designadas por Rusia informaron de "ataques fallidos" de fuerzas ucranianas sobre la región y aseguraron que Kiev magnifica deliberadamente la situación en la zona en un intento de conseguir más apoyo de sus socios occidentales. Precisamente en esta misma línea Lavrov acusó a Occidente de "exagerar artificialmente" la crisis global derivada de la guerra con Ucrania.
Fue también durante su ya mencionada visita a la República del Congo y tras reunirse con el presidente del país, Dénis Sassou Nguesso, que hizo estas declaraciones: "No aprobamos los intentos de utilizar la situación de Ucrania como pretexto para olvidar los conflictos de larga duración que siguen desde hace décadas sin ser resueltos y en los que Occidente ha adoptado una posición muy tímida, como el caso de Israel y Palestina".
Hay que tener en cuenta que Lavrov empezó este domingo pasado en Egipto su gira por el continente, durante la cual visitará también Uganda y Etiopía, en un viaje que se solapará en el tiempo con la gira africana del presidente francés, Emmanuel Macron, que arranca este martes e incluirá por su lado Camerún, Benín y Guinea-Bisáu.
El ministro ruso agradeció también a Brazzaville, capital del Congo, la "cooperación en plataformas internacionales" y destacó que "tienen posiciones cercanas y coincidentes en la mayoría de temas discutidos en la ONU y otros foros multilaterales". Como no podía ser de otra manera, la República del Congo fue uno de los países que se abstuvieron en la votación de una resolución de condena de la invasión rusa de Ucrania aprobada finalmente por la Asamblea General de las Naciones Unidas a principios del pasado mes de marzo.