Francisco ha reconocido que contempla su renuncia como Pontífice debido a su edad y los problemas de salud que arrastra en los últimos tiempos. No obstante, el Papa todavía no ha pensado en ello, pero ha asegurado que "la puerta está abierta". "Se puede cambiar de Papa, no es una catástrofe", ha anunciado ante la sorpresa de los periodistas en su viaje de vuelta de Canadá.
El Papa sigue con visibles molestias en su rodilla derecha que le impiden caminar y estar mucho tiempo de pie, por ello, en sus últimas apariciones públicas se le ha visto varias veces sentado en silla de ruedas. "No creo que pueda ir al ritmo de antes", ha confesado en el interior del avión a las preguntas de los medios.
"Creo que a mi edad y con esta limitación, tengo que ahorrar un poco para poder servir a la Iglesia o, por el contrario, pensar en la posibilidad de dar un paso al costado", ha asegurado Francisco en una rueda de prensa de más de 45 minutos.
El Vaticano ha optado por guardar silencio ante las declaraciones del Pontífice y a lo largo del día no han emitido ningún comunicado al respecto. Sin embargo, sus palabras han generado inquietud e incertidumbre ante los más de 1.340 millones de fieles que profesan la religión católica y que observan desde fuera cómo Francisco puede renunciar al cargo en cualquier momento. Es una situación similar a la de Benedicto XVI, quien dejó el cargo por motivos de salud en 2013.
Reflejo de Benedicto XVI
En los últimos meses, el Papa ha desmentido en varias ocasiones su intención de renunciar al pontificado, pero hoy ha reconocido que puede ser una opción si su estado físico no le permite tener fuerzas para afrontar el cargo. "La puerta está abierta y es una de las opciones, pero hasta ahora no he llamado a esta puerta. No he sentido aún esta posibilidad, pero esto no quiere decir que mañana no empiece a pensar en ello", ha aseverado.
Ahora, Francisco tiene como reflejo los pasos que dio su predecesor, Benedicto XVI, quien abandonó el trono de San Pedro en 2013 por razones de salud tras casi ocho años de mandato y con 85 años, los mismos que tiene a día de hoy el Pontífice argentino. El caso de Ratzinger fue paradigmático, pues supuso la primera renuncia a este cargo vitalicio en la Iglesia Católica en casi 600 años.
Francisco ya dio su opinión hace unas semanas en una entrevista a Reuters sobre la renuncia de Ratzinger en 2013. "Fue el gran ejemplo del Papa Benedicto. Fue algo buenísimo para la Iglesia. Les dijo a los Papas que se detuvieran a tiempo", ha señalado a la agencia británica.
Incógnita para los próximos viajes
Francisco también fue preguntado este sábado por sus próximos viajes tras abrir la puerta a una posible renuncia debido a sus problemas de salud. El Pontífice ha asegurado que verá cómo evoluciona su rodilla en las próximas semanas para confirmar si puede seguir el ritmo programado en su agenda. "Yo tengo toda la buena voluntad, pero veremos qué dice la pierna", ha afirmado.
Ante la cuestión de si viajará a Ucrania, el Papa ha respondido que "quisiera ir" porque "es una forma de estar cerca de la gente y un modo de servir", pero que "todo dependerá de cuando llegue a casa". Sin embargo, a día de hoy sí tiene planeado ir al congreso de religiones que se celebrará en Kazajistán porque considera que es "un viaje tranquilo, sin tanto movimiento". También quedan pendientes las visitas a Sudán del Sur y el Congo, que están previstas para el año que viene.
Por el momento, Francisco ha descartado volver a operarse de la rodilla porque la anestesia ya le causó problemas en el colon en la intervención que le realizaron en julio del año pasado y asegura que aún arrastra "algunos efectos".