La petrolera francesa TotalEnergies, investigada por suministrar queroseno a cazas rusos en Ucrania

La petrolera francesa TotalEnergies podría estar involucrada en el suministro de queroseno a los aviones militares rusos a través de una joint venture con la empresa rusa Novatek. Así lo ha comunicado el ministro de Transportes francés, Clement Beaune. Una situación que ha catalogado como "extremadamente grave" y que exige una pronta aclaración por parte de la empresa gala.

Beaune, que afirmó que no contaba con suficiente información para tomar partido en el asunto, fue el primer funcionario del gobierno francés en sacar a la luz dichas informaciones, que podrían socavar los esfuerzos del presidente Emmanuel Macron para impulsar la paz en Ucrania.

"Se trata de un tema extremadamente grave, por lo que hay que verificar si, voluntaria o involuntariamente, se han eludido las sanciones o la energía que una empresa, francesa o no, ha producido", declaró Beaune a la televisión France 2.

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El periódico Le Monde informó el miércoles que TotalEnergies estuvo involucrada en el suministro de condensado de gas para fabricar combustible para aviones rusos en Ucrania a través de la participación de la firma francesa con la empresa rusa Novatek.

Según Le Monde, el carburante para aviones entregado a dos bases aéreas rusas, que probablemente participaron en los ataques aéreos en Ucrania, se produjo a partir del condensado de gas suministrado por Terneftegaz, de la que TotalEnergies posee el 49%.

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La investigación del periódico francés suscitó una rápida respuesta de la petrolera, que desmintió las acusaciones. "No, TotalEnergies no produce queroseno para el ejército ruso", alegó la empresa en un comunicado.

TotalEnergies, que a diferencia de sus principales rivales occidentales ha mantenido sus activos en Rusia a pesar de las críticas, dijo que no operaba infraestructuras que hubieran abastecido a los militares rusos y que no tenía conocimiento de ninguna producción potencial de combustible para aviones por parte de sus socios comerciales. 

Manon Aubry, diputada del Parlamento Europeo por 'Francia sin complejos', uno de los principales partidos de la oposición francesa, instó el jueves al Gobierno a tomar una postura sobre el asunto, diciendo que "Francia no puede cerrar los ojos más tiempo". "Tenemos una empresa francesa que se ha convertido en cómplice indirecta de una guerra asesina", declaró a la radio Franceinfo.