"Es hora de poner a Suecia primero": los cambios que prepara la derecha al llegar al Gobierno
La ultraderecha asegura que los suecos han pedido un cambio de Gobierno después de ocho años de "políticas socialdemócratas fracasadas".
15 septiembre, 2022 02:59Jimmie Akesson, líder de los Demócratas de Suecia, no tuvo ningún reparo a la hora de copiar en Facebook el eslogan de Donald Trump. Parafraseando el "Make America great again" el mensaje de Akesson dice: "Es hora de poner a Suecia primero".
El líder ultraderechista se congratuló de que su formación se haya convertido en el segundo partido más votado del país y señaló que los suecos han pedido un cambio de Gobierno después de ocho años de "políticas socialdemócratas fracasadas" en los que el país ha sido guiado "en la dirección equivocada".
Las palabras de Akesson llegan justo después de que la primera ministra, la socialdemócrata Magdalena Andersson, hiciera el anuncio de que este mismo jueves presentará su dimisión.
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Con el 99,7% de los votos escrutados, el bloque de la derecha (el Partido Moderado, Demócratas de Suecia, el partido Cristiano Demócrata y los Liberales) habría ganado las elecciones por tres escaños. Todas estas formaciones obtendrían 176 escaños de los 349 de la Cámara frente a los 173 de los socialdemócratas; según el recuento de la Autoridad Electoral, que incluye el voto exterior y los votos anticipados enviados dentro de plazo pero que no llegaron a tiempo.
Ante esta situación, el líder del Partido Moderado, Ulf Kristersson, ha manifestado que ha llegado el momento de formar Gobierno. Su partido obtuvo un 19,1% de los votos frente al 20,6% de la ultraderecha (Demócratas de Suecia). Pero según los medios de comunicación suecos podría ser Kristersson quien encabezara el nuevo Ejecutivo y liderara a las cuatro formaciones conservadoras.
Las elecciones de Suecia, celebradas el pasado domingo, han marcado un hito en la política de este país ya que el partido antiinmigración Demócratas de Suecia, que está enraizado en los principios del supremacismo blanco, será determinante por primera vez en la política gubernamental.
El éxito de este partido ultraderechista, que ha obtenido mejores resultados que el Partido Moderado de Kristersson, ha hecho crecer el miedo de que las políticas tolerantes e inclusivas tradicionales en Suecia sean a partir de ahora cosa del pasado, cuenta Reuters.
Sin embargo, el partido ultraderechista ha explotado su mantra de que los males de Suecia (haciendo alusión explícita al crimen de las pandillas callejeras) son el resultado de décadas de políticas de inmigración excesivamente generosas y ese mantra ha calado entre los votantes.
A pesar de que Demócratas de Suecia ha quedado por delante del Partido Moderado, parece que serán estos últimos quienes recabarán ahora los apoyos necesarios para sacar adelante las reformas para intentar resolver la crisis energética, frenar la inseguridad ciudadana y reducir la exclusión social, según el mensaje publicado por Kristersson en su cuenta de Facebook.
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Ulf Kristersson afirma que pretende construir un Gobierno "para todos los ciudadanos suecos". Dice que es consciente de "la gran frustración que existe en la sociedad, del miedo a la violencia y de las preocupaciones económicas". El líder del Partido Moderado asegura que "vivimos en un mundo plagado de incertidumbres y donde la polarización política ha ido demasiado lejos. También en Suecia". Por eso ha querido transmitir un mensaje tranquilizador: "Pretendo unir a la sociedad, no dividirla".
Aunque el partido de Kristersson haya quedado como tercera fuerza política, los Demócratas de Suecia de Jimmie Akesson son una formación incapaz de aglutinar el consenso necesario en torno al bloque de la derecha como para desalojar a los socialdemócratas del poder.
Por eso los analistas coinciden en que debe ser Kristersson quien intente formar Gobierno con el partido Cristiano Demócrata y confiar en el apoyo parlamentario de Demócratas de Suecia y de los Liberales. La primera ministra Magdalena Andersson ha aceptado la derrota, pero ha advertido de que muchos suecos están preocupados por el éxito de la ultraderecha. Ahora le tocará a Kristersson llevar el timón de un bloque que no podrá estar continuamente navegando a estribor.