La Unión Europea ha recibido la victoria de Giorgia Meloni, líder del partido de ultraderecha Fratelli d'Italia (Hermanos de Italia), con el más absoluto silencio. Ni la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ni el presidente del Consejo, Charles Michel, se han pronunciado sobre los resultados de los comicios legislativos de Italia, tercera economía y país fundador de la Unión Europea.
Sí lo hicieron cuando el presidente francés, Emmanuel Macron, se impuso ante su rival, Marine Le Pen (líder de Reagrupamiento Nacional), en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales la pasada primavera. No esperaron, además, a que saliesen los resultados definitivos, sino que sus mensajes de apoyo llegaron con el recuento preliminar.
Mientras Bruselas se ha puesto de perfil, la extrema derecha europea ha celebrado los resultados de Italia. Los primeros en felicitar a quien previsiblemente será primera ministra italiana -si así lo deciden sus socios de coalción- han sido el primer ministro de Hungría, Viktor Orbán, y el primer ministro de Polonia, Mateusz Morawiecki. Precisamente los socios más incómodos de la Unión Europea por sus derivas autoritarias y las constantes vulneraciones al Estado de derecha.
Mientras Morawiecki se ha limitado a publicar un tuit que rezaba "Felicidades", Orbán ha acompañado su publicación de una fotografía junto a la líder de Hermanos de Italia. "Una victoria más que merecida", añadía.
Los resultados de las elecciones italianas también han hecho reaccionar a la extrema derecha francesa. Marine Le Pen, líder de la formación Reagrupamiento Nacional, ha asegurado que "el pueblo italiano ha decidido tomar las riendas de su destino eligiendo un gobierno patriótico y soberanista". Así, ha felicitado, no sólo a Meloni, también al líder de la Liga, Matteo Salvini, "por resistir las amenazas de una Unión Europea antidemocrática y arrogante".
Por su parte, el dirigente del partido Reconquista, Éric Zemmour, ha señalado: "¿Cómo no mirar esta victoria como una prueba de que sí es posible llegar al poder?". Zemmour, que fracasó en las presidenciales y las legislativas de abril, se ha convertido en el nuevo rostro de la extrema derecha francesa con sus proclamas antiislamistas y antiinmigratorias. Unas ideas, también presentes en los discursos de Meloni.
En el otro lado de la balanza, el presidente francés, Emmanuel Macron, se ha mostrado cauto y ha mostrado su "respeto" por la "opción democrática" del pueblo italiano. También aprovechó para hacer un llamamiento para "continuar trabajando juntos".
El partido ultraderechista alemán Alternativa para Alemania (AfD) también ha sacado pecho por la victoria de Meloni en las elecciones generales. "Nosotros felicitamos a Giorgia Meloni por su elección y le deseamos que sea la primera mujer en presidir un gobierno italiano", han dicho en un comunicado los dos líderes de la formación, Alice Weidel y Tino Chrupalla. "Al igual que los suecos, los italianos también han decidido ahora un cambio de política", han señalado.