Francia cambia de opinión y ya no descarta el MidCat: negociará con España su viabilidad a largo plazo
El Elíseo asegura que nunca se ha roto el diálogo y pide discutir sobre su viabilidad, aunque no lo pondrá en marcha a corto plazo como pide España.
28 septiembre, 2022 16:53Francia cambia de postura y da luz verde a discutir con España sobre la ejecución del gasoducto del MidCat, rechazado por Emmanuel Macron hace apenas unas semanas. Desde París, aseguran que en ningún momento se ha roto el diálogo y se abren a estudiar su viabilidad a largo plazo.
"La discusión y el diálogo no están rotos, al contrario", confirman ahora fuentes del Elíseo a Efe, después de que el Gobierno de Macron asegurara a principios de este mes que no eran necesarias nuevas interconexiones gasísticas entre España y Francia.
Estas fuentes aseguran que esta interconexión que conectaría Alemania, Francia, España y Portugal vía Cataluña es "pertinente", pero no a corto plazo. De esta forma, el Elíseo abre la puerta a este gasoducto en el futuro.
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"Queremos insistir en que la reflexión francesa y franco-española no se ha roto nunca", han remarcado estas fuentes, según Efe, pero hay que estudiar qué hará falta en el futuro.
Hay que recordar que el pasado mes de agosto el canciller alemán, Olaf Scholz, se mostró a favor de un gasoducto que transporte gas desde Portugal y a través de España y Francia hacia el resto de Europa, para cortar la actual dependencia del gas ruso.
Un proyecto de 2019
El proyecto del MidCat quedó aparcado en 2019 porque los operadores de redes de Francia y España concluyeron que no se justificaba, teniendo en cuenta los costes y la rentabilidad que se podría obtener.
En los últimos meses, y por la crisis energética derivada de la invasión de Ucrania, España ha intentado reactivar este proyecto alegando la necesidad de abastecer el mercado europeo con fuentes alternativas al cierre del grifo de Moscú en Nord Stream.
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Francia, hasta ahora, ha defendido que las infraestructuras para llevar gas desde España al centro de Europa costarían miles de millones de euros. Desde París han defendido también que los dos gasoductos que hay ahora entre España y Francia se han estado utilizando sólo a poco más del 50% de su capacidad desde el comienzo de la guerra de Ucrania en febrero.
Así, España, Alemania y Portugal quieren activar el MidCat, pero Francia lo obstaculiza. Con la obviedad de que el escenario actual, con la mitad de sus nucleares paradas, y con precios futuros de electricidad en la república gala de más de 1.000 euros/MWh, es muy diferente. Y preocupante.
Bombeo
Actualmente, España tiene capacidad para bombear unos 7.000 millones de metros cúbicos (bcm) de gas al año hacia el norte de Europa por las conexiones de Navarra (5,2 bcm) y País Vasco (1,8 bcm).
El gasoducto MidCat para conectar Francia y España gasísticamente por el Pirineo catalán, que en el pasado formó parte de la lista de proyectos de interés común de la Comisión Europea hasta que París y Madrid renunciaron al proyecto en 2019, añadiría alrededor de 7,5 bcm, para una capacidad total de exportación de unos 15.000 millones de metros cúbicos.
España quiere impulsar esa infraestructura y que cuente con financiación europea, que contribuiría a reemplazar parte del gas que hasta ahora se compraba en Moscú, cuyo principal cliente era Alemania (46 bcm en 2021). Así lo ha expresado Teresa Ribera, quien ha asegurado que la parte española del proyecto podría estar finiquitada en meses.
Apoyo de Alemania
El 11 de agosto, el primer ministro alemán, Olaf Scholz, relanzó públicamente el debate sobre la construcción de un gasoducto que pudiera unir la Península Ibérica con Europa Central, a través de Francia, indicando que dicha infraestructura actualmente "falta dramáticamente".
Esta declaración fue seguida inmediatamente por mensajes de apoyo de España y Portugal. La vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, y también el presidente del Gobierno portugués, Antonio Costa, se sumaron rápidamente a la propuesta alemana.
Lo mismo hizo sólo unos días después Pedro Sánchez, que se encontró con el 'no' rotundo de Francia. Ahora, el Elíseo retoma los contactos ante una crisis energética que se prevé larga y complicada para miles de familias y empresas.