Cada vez son más las banderas ucranianas que ondean en la región del Donbás. Ni la anexión ilegal de cuatro regiones ocupadas, ni la movilización de 300.000 reservistas rusos, ni las amenazas nucleares han logrado frenar la contraofensiva ucraniana en el este del país. Este mismo fin de semana las tropas de Kiev lograron importantes victorias en Donetsk y Jersón, dos de las provincias que Putin reclama (y proclama) como suyas, aunque sólo las domina parcialmente. 

Envalentonados por su exitoso avance en Izium, las fuerzas ucranianas recuperaron primero el importante nudo ferroviario de Limán y la vecina aldea de Torske, ambas en el norte de Donetsk. Lejos de detenerse, este lunes han continuado en línea recta hasta cruzar la frontera administrativa de Lugansk. De esta manera, la línea del frente norte ha retrocedido 35 kilómetros, hasta la ciudad de Kreminna, donde se han atrincherado los soldados que huyeron de Limán.

"La situación está bastante caliente allí", ha reconocido el portavoz prorruso de la zona, Andréi Marochko, en el canal Soloviev Live. Sin embargo, cobijarse en un territorio que Putin, en su delirio, considera parte de la Federación Rusa, no cambia la realidad. Y es que, tarden horas o semanas, todo apunta a que la resistencia está a punto de romper la nueva línea de defensa rusa en Kreminna. 

Fuente: ISW, Ministerio de Defensa de Reino Unido, NYT, elaboración propia

Una vez caiga esa localidad, las fuerzas ucranianas probablemente se dirigirán hacia el norte hacia Svatove, donde ya presionan los batallones que acaban de liberar algunas de las últimas zonas ocupadas de Járkov. Lleguen por arriba o por abajo, si los soldados de Zelenski toman ese nudo logístico podrán cortar las vías de abastecimiento de las ciudades industriales de Lisichansk, Rubizhne y Severodonetsk, situadas un poco más al sur.

Precisamente de allí, tras una larga y sangrienta batalla, se retiraron las tropas ucranianas el pasado julio, renunciando así a la provincia de Lugansk. Desde entonces, Rusia ha ido ha concentrado recursos y arsenal en la zona. En este sentido, liberar esos emplazamientos situados a orillas del río Seversky Donets supondría no sólo una victoria militar para los ucranianos, sino una estocada casi mortal al orgullo de Putin. 

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Porque si el revés de Limán ya ha amplificado las críticas de algunos de sus más estrechos aliados, la entrada de los ucranianos en la única provincia anexionada -la de Lugansk- que Rusia realmente posee en su totalidad podría acabar por desacreditar su "operación especial" todavía más. 

Imitación en el sur

En el sur, a más de 600 kilómetros de distancia, Kiev ha replicado la misma estrategia que tantas ganancias le está dando en el norte. Al parecer, con el mismo resultado. 

Aunque no han aportado mucha información, parece que las fuerzas ucranianas han logrado este lunes romper las líneas rusas en la región de Jersón, estáticas desde hace meses. Lo ha reconocido, de aquella manera, Vladímir Saldo, el jefe de la región ucraniana de Jersón instalado por Rusia. «La situación es tensa, digámoslo de esa manera», ha dicho en la televisión estatal rusa. 

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«Dónde está el embalse Kakhovka, hay un asentamiento llamado Dudchany... Es en esta área donde hay un avance y hay asentamientos tomados por las tropas ucranianas», detalló. Dudchany, en la orilla oeste del río Dnipro, está a unos 40 kilómetros de donde se encontraba el frente antes de la ofensiva, lo que daría fe del rápido avance de los ucranianos. 

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Significaría también que Kiev está amenazando las líneas de suministro para los cerca de 25.000 soldados rusos que se estima que están atrincherados al otro lado del río. Si se le suma que Ucrania ya ha destruido los puentes principales, obligando a las fuerzas rusas a utilizar cruces improvisados, las tropas de Putin corren cada vez más peligro de quedarse aisladas.

"El hecho de que hayamos atravesado el frente significa que... el ejército ruso ya ha perdido la capacidad de atacar, y hoy o mañana podría perder la capacidad de defender", dijo Oleh Zhdanov, analista militar con base en Kiev, a la agencia Reuters. "Un mes de nuestro trabajo destruyendo sus suministros y reduciendo la efectividad de combate de este grupo significa que están funcionando con raciones mínimas en términos de municiones, combustible y alimentos", añadió.

Por su parte, Serhiy Khlan, miembro del consejo regional de Jersón, mencionó a Osokorivka, Mykhailivka, Khreschenikvka y Zoloto Balka como pueblos recapturados o donde las tropas ucranianas habían sido fotografiadas. Todas ellas, situadas a lo largo de las orillas del Dnipro.

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