Los conservadores forman Gobierno en Suecia. El líder del Partido Moderado, Ulf Kristersson, ha anunciado este viernes un acuerdo para formar un Ejecutivo de coalición en minoría, del que no formarán parte los ultraderechistas Demócratas de Suecia, que fue la segunda fuerza más votada por detrás de los socialdemócratas de Magdalena Andersson.
El acuerdo allana el camino para que el Parlamento sueco convoque una votación en la Cámara para la elección de Kristersson como primer ministro, que se realizará probablemente el próximo lunes.
Ulf Kristersson fue la tercera opción más votada (19,1%) en las elecciones del pasado 11 de septiembre, por detrás de la extrema derecha Demócratas de Suecia, que obtuvo el 20,5% de los votos, tres puntos más que en los anteriores comicios.
El bloque de derecha se impuso y obtuvo 176 escaños frente a los 173 del centroizquierda de la primera ministra socialdemócrata, Magdalena Andersson, cuyo partido mantuvo no obstante la condición de fuerza más votada con el 30,3%. La derrota del centroizquierda llevó a Andersson a dimitir.
El acuerdo de Gobierno será una coalición formada por el Partido Moderado, Democristianos y el Partido Liberal. La extrema derecha apoyará al nuevo Gobierno desde fuera a pesar de ser el gran ganador de las elecciones. Su respaldo es clave para la viabilidad del nuevo Gobierno y, aunque no tendrá ministerios, sí tendrá margen para nombramientos en esta nueva etapa y una oficina de coordinación en oficinas del Gobierno.
Un partido neonazi
Democrátas de Suecia no sólo fue la fuerza política que más creció, sino que le arrebató a los conservadores el liderazgo del bloque de la derecha, que detentaban desde 1979. Jimmie Åkesson, su líder, reclamó el día de las elecciones y tras conocer su buen resultado un papel "central" y "formar parte del Gobierno".
Hoy ha reconocido que le hubiese gustado formar parte del Gobierno, pero ha reivindicado su capacidad de influencia en busca de un "cambio de paradigma", según la cadena SVT. Entre las primeras tareas, ya ha establecido la reducción de la inmigración, uno de los principales ejes de su campaña.
Demócratas de Suecia, partido anti inmigración y enraizado en los principios del supremacismo blanco y del nazismo, lleva desde 2010 aislado por el resto de fuerzas políticas, que llegaron a un acuerdo para hacer a esta formación un cordón sanitario tras irrumpir en el Parlamento sueco.