Silvio Berlusconi es "el primero de los cinco verdaderos amigos" de Vladímir Putin, un hecho que a estas alturas no es noticia pero que en plena formación del gobierno en Italia y con el exprimer ministro como partícipe en esa negociación sacude de lleno el proceso. Este martes vieron la luz elogios de Berlusconi hacia Putin -"es una persona pacífica y sensata"- que Forza Italia no tardó en desmentir. Horas más tarde la agencia LaPresse publicó los audios que acreditaban la veracidad de la información.
"Después de mucho -se escucha decir a Berlusconi en un acto a puerta cerrada con parlamentarios de su partido-, he retomado un poco las relaciones con el presidente Putin, que por mi cumpleaños (el 29 de septiembre) me ha mandado 20 botellas de vodka y una carta amabilísima. Le he respondido con botellas de Lambrusco y una carta igualmente gentil". El magnate asegura además que el presidente ruso le considera "el primero de sus cinco verdaderos amigos".
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En un primer momento, Forza Italia aseguraba que se trataba de "una vieja historia contada sobre un episodio de hace muchos años", pero en el audio hay elementos de pura actualidad, como la ayuda de Italia a Ucrania. De las palabras de Berlusconi también se deduce el temor a que manifestaciones de este tipo se difundieran, sabedor de que Putin es a esta hora el enemigo número uno de la comunidad internacional y entre la opinión pública.
"Si se cuenta a la prensa..."
"Los ministros rusos han dicho que estamos en guerra contra ellos porque proporcionamos armas y financiación a Ucrania. Personalmente no puedo expresar mi opinión porque si se cuenta a la prensa sería un desastre, pero estoy muy, muy, muy preocupado", dice el político.
A sus 86 años, Berlusconi sigue en política y es clave para el gobierno de su país junto a sus socios de coalición, los ultraderechistas Giorgia Meloni (Hermanos de Italia) y Matteo Salvini (Liga Norte). Desde el pasado jueves es senador, nueve años después de haber sido inhabilitado para la función pública condenado por fraude fiscal.
Esta filtración desmiente al Berlusconi que aspiraba a volver al poder. Empezó guardando silencio sobre la invasión rusa y no fue hasta el 9 de abril, mes y medio después, cuando se pronunció, presionado a hablar por sus estrechos vínculos con Putin. Vino a decir al principio que su amigo no tuvo otro remedio tras ser empujado por su partido y sus ministros, para más tarde calificar la invasión como "injustificable e inaceptable".
Berlusconi terminó aportando una opinión muy distinta a la que ahora se conoce: "No puedo y no quiero esconder que estoy profundamente decepcionado y dolido por el comportamiento de Putin, que ha asumido una gravísima responsabilidad ante el mundo entero. Estamos ante una agresión sin precedente de un país neutral que lucha por su libertad". Transcurridos 239 días de guerra, comenta en privado que su "amigo" es "una persona pacífica y sensata".