El Ejército ruso anunció este miércoles su retirada de la anexionada ciudad ucraniana de Jersón, la única capital regional bajo control ruso en todo el país.
"Proceda a la retirada de las tropas y adopte todas las medidas necesarias para garantizar el traslado seguro de las tropas, del armamento y de los equipos al otro lado del río Dniéper", ordenó el ministro ruso de Defensa, Serguéi Shoigú, al jefe de la agrupación de fuerzas rusas que combaten en Ucrania, general Serguéi Surovikin.
Como adelantó EL ESPAÑOL, el presidente ruso, Vladímir Putin, se atrincheró en Jersón -una ciudad que tenía conquistada desde el uno de marzo, el inicio de la "operación militar especial"- para trazar su nueva línea de defensa.
Surovikin, que asumió a principios de octubre el mando de todas las tropas del Kremlin en territorio ocupado, admitió que la contraofensiva ucraniana en Jersón había generado una situación "difícil" en la región, mostrando una extraña debilidad de las tropas rusas en una región que, hace no mucho, anexionó a través de los referendos ilegales.
"No es una decisión fácil", reconoció, aunque subrayó que la prioridad para Moscú es proteger la vida de los civiles y los militares. Estimó en más de 115.000 los habitantes de la orilla derecha de la región que han sido evacuados de la zonas de combate.
[Putin declara la ley marcial en las regiones anexionadas mientras evacúa la ciudad de Jersón]
La retirada del Kremlin de una región clave como Jersón coinciden con el fallecimiento del vicegobernador prorruso de la región, Kiril Stremoúsov. La causa fue un accidente de coche, tal y como ha informado la agencia rusa TASS.
Stremoúsov, de 45 años, era el principal portavoz de las autoridades prorrusas de Jersón y publicaba a diario informaciones sobre la situación en ese frente en su canal de Telegram.
La última entrada del funcionario en la red social data de esta mañana. En el mensaje, Stremoúsov habla de que las tropas rusas repelieron un ataque ucraniano en Jersón, pese a que Kiev concentra cada vez más fuerzas militares en la región.
Los rusos desplazan ahora la línea de frente más cerca de Crimea, la península anexionada legalmente en 2014 que Putin siempre ha considerado una línea roja que no se puede cruzar. Basta recordar cómo tras la voladura parcial del puente de Kerch el 8 de octubre, Moscú comenzó a atacar indiscriminadamente objetivos civiles en decenas de ciudades ucranianas.
Surovikin recalcó que unos 9.500 soldados ucranianos han resultado muertos o heridos desde agosto en la región que limita con la península de Crimea, fecha en la que las Fuerzas Armadas de Ucrania iniciaron la contraofensiva en Jersón.
Adiós a las banderas
Las banderas rusas continúan desapareciendo de los edificios administrativos de la ciudad ucraniana de Jersón, anexionada por Rusia el pasado septiembre, mientras persiste la incertidumbre acerca de los próximos movimientos de tropas rusas y ucranianas en torno a la urbe.
"Las banderas rusas desaparecen de los edificios administrativos de Jersón", escribió en su Telegram el corresponsal de guerra del diario Komsomólskaya Pravda, Alexandr Kots.
El reportero, que cuenta con más de 680.000 seguidores en su canal, publicó dos vídeos de inmuebles oficiales sin bandera, uno de las cuales es la Academia Naval de Jersón, ciudad del sur de Ucrania.
Las autoridades impuestas por los rusos en Jersón ordenaron en octubre la evacuación en la región de unos 80.000 ciudadanos de la ribera derecha a la orilla izquierda del río Dniéper ante el acercamiento de las fuerzas ucranianas.