Guerra Rusia-Ucrania

El alcalde de Jersón alerta de la escasez de agua, luz y medicinas que sufre la región

Tras la liberación por parte de las tropas ucranianas, la ciudad de Jersón se enfrenta a una complicada situación humanitaria, con escasez de agua, comida y cortes de electricidad. Entre las celebraciones de la población y los abrazos a los soldados ucranios, el alcalde de la ciudad, Roman Holovnia, ha advertido de que la ciudad sufre una escasez, “principalmente de agua”, pero también de pan o medicinas.

Según el alcalde, la población, eufórica tras el fin de ocho meses de ocupación de los soldados rusos, se enfrenta a una situación humanitaria “grave” porque escasea el agua o las medicinas. “La ciudad sufre escasez crítica, principalmente de agua”, ha dicho Holovnia a una cadena de televisión, añadiendo que “actualmente no hay suficientes medicinas, no se puede hornear suficiente pan porque no hay electricidad”.

También el gobernador de la provincia, Yaroslav Yanushevich, ha advertido de la situación y ha decidido imponer, como medidas de seguridad, un toque de queda entre las cinco de la tarde y las ocho de la mañana y la prohibición de entrar y salir de la ciudad. “El enemigo ha minado toda la infraestructura crítica”, ha dicho a la televisión ucrania. “Estamos intentando llegar a ellas durante los próximos días y después abriremos la ciudad”, ha dicho el dirigente, añadiendo que esperaba que los operadores de telefonía móvil pudiesen comenzar a trabajar ya este domingo.

El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, ya advirtió el sábado por la noche en su mensaje a la nación que los rusos, en su retirada, habían destruido todas las infraestructuras. “Redes de comunicación, agua, calefacción, electricidad”, enumeró el mandatario, antes de anunciar que los trabajadores ucranios ya habían comenzado a trabajar para reponer los servicios esenciales lo antes posible.

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