El Tribunal británico de Apelación ha fallado este viernes en favor de permitir el aborto de fetos con síndrome de Down hasta el momento del nacimiento. En este sentido, ha decidido rechazar un recurso presentado por una mujer que sufre ese trastorno genético y una madre de un niño que también lo padece.



Heidi Crowter, una mujer de 27 años natural de Coventry, que tiene síndrome de Down, y Marie Lea-Wilson, madre de un niño, Aidan, que también padece esa afección, presentaron la demanda contra el Ministerio de Sanidad y Cuidado Social con la intención de que se eliminase una sección contemplada en la Ley del Aborto. 

"Estoy muy molesta con el hecho de que los bebés con síndrome de Down puedan ser abortados hasta el momento del nacimiento. Esto me dice que no soy valorada y que valgo mucho menos que una persona sin síndrome de Down. Estoy enojada porque los jueces dicen que mis sentimientos no importan", declaró Heidi Crowter al diario inglés The Guardian

[El Supremo británico niega a Escocia el derecho a convocar un referéndum de independencia]

En Inglaterra, Gales y Escocia la ley permite abortar siempre que se haga dentro de las primeras 24 semanas del periodo de gestación, sin embargo, la ley también permite el aborto hasta el momento del nacimiento cuando existe un "riesgo sustancial". Entre los riesgos que cita la ley, se incluye que padezca síndrome de Down.



Magistrados de Reino Unido se habían comprometido a buscar un "equilibrio" entre los derechos del nonato y los de la mujer. Este caso en concreto se contempló en una audiencia judicial celebrada el pasado julio. Según han determinado este viernes los magistrados de la Corte de Apelaciones, la legislación no interfiere con los derechos de los "incapacitados que están vivos", informa Efe



"Esta corte reconoce que mucha gente con síndrome de Down y otras discapacidades se sentirán disgustadas y ofendidas por el hecho de que este diagnóstico de discapacidad grave durante el embarazo se contemple por la ley como justificación para el aborto, y que podrían considerarlo como que implica que sus propias vidas valen menos", matizaron los magistrados. 



El pasado julio, el abogado Jason Coppell, que representó a Crowter y Lea-Wilson, consideró que el lenguaje empleado en esa ley era considerado por algunas personas "ofensivo e inaceptable".

[Manchester, capital del aborto de las dos Irlandas]

La mujer, que no descarta elevar su caso hasta el Tribunal Supremo -máxima instancia judicial del país- aseguró que seguirá "luchando" por esta causa al considerar que ya ha logrado "informar y cambiar los corazones y mentes y cambiado las opiniones de la gente sobre la ley".