Transcurridos 381 largos días de guerra, el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, ha perdido la paciencia con quienes osan a hablar del conflicto con ligereza desde el conocimiento y sin haber pisado el terreno, más todavía si es para proponer soluciones de 'brocha gorda' y más aún si esas soluciones pasan por regalar a Rusia aquello por lo que Ucrania ha perdido a miles de inocentes o millones se han visto obligados a ser hoy refugiados, sin contar con los cuantiosos y por décadas irrecuperables daños materiales. En esta ocasión se trata de Elon Musk.
[Un día de entrenamiento con el Regimiento Azov: "Por cada hombre caído, matamos a 50 rusos"]
El fundador de Tesla, estos días en la cresta de la controversia a escala planetaria por su abrupto aterrizaje en Twitter, de la que es nuevo dueño, expuso en octubre en varios tuits de qué forma pondría fin a la crisis, una fórmula que no tardó en aplaudir el Kremlin. Entre otras ideas, propone que Crimea se convierta "formalmente en parte de Rusia, como ha sido desde 1783", o "repetir las elecciones en las regiones anexionadas -Donetsk, Lugansk, Jersón y Zaporiyia- bajo la supervisión de la ONU". Resuelve Musk que urge la paz ante la "posibilidad de una guerra nuclear".
Zelenski no ha podido sino burlarse, no sin enfado, con las ensoñaciones del hombre más rico del mundo, entiende que interesadas -Musk no esconde su cercanía con Donald Trump y el Partido Republicano, reacios a ayudar a Ucrania bajo la bandera del 'America First'-. Lo ha hecho en un foro organizado por el diario The New York Times, donde el presidente, sarcástico, ha sido claro con el empresario: "Si quieres entender lo que Rusia ha hecho aquí, ven y lo ves con tus propios ojos. Después de eso nos dirás cómo terminar esta guerra, quién la inició y cuándo podemos finalizarla".
Starlink, crucial
Zelenski pide a Musk y por extensión al resto de voces influyentes que hagan por "comprender la realidad antes de pronunciarse al respecto". Además de descartar una rendición, que es lo que supondría la entrega de los territorios que ambiciona Moscú, también asegura no creer que haya una amenaza nuclear real y que no es ni su principal temor ni debe ser el de occidente -"es mi opinión", ha puntualizado-. El mandatario ha explicado que el combate está en una nueva fase marcada por el invierno, en la que los avances serán más lentos.
La prioridad es el restablecimiento de la red eléctrica. Los ataques rusos han dejado a seis millones de ucranianos desconectados. El ministro de Exteriores, Dmitro Kuleba, repite que "lo que el país más necesita son Patriots y transformadores", y los aliados han tomado nota y se han puesto en marcha. Este miércoles, con una diferencia de apenas horas, la OTAN y Estados Unidos -también en la Alianza Atlántica- anunciaron ambiciosos planes para que haya luz y calefacción en los hogares este invierno. Vladímir Putin ha impuesto también una guerra energética y también ha de perderla.
Cabe recordar que la empresa SpaceX, propiedad de Musk, financia la operación del servicio de internet Starlink en Ucrania, que ha terminado por ser un salvavidas digital para soldados y civiles en la ofensiva rusa contra la infrastructura crítica. Cabe recordar también que Musk amenazó con retirar este servicio, lo que dejaría al ejército de la resistencia sin cobertura y expuesto, si bien se retractó al poco, no sin reconocer que la compañía estaba perdiendo dinero con esta actividad: "Al diablo con esto, (...) vamos a seguir financiando al Gobierno de Ucrania de forma gratuita", tuiteó.