La lista de famosos implicados en el complot de extrema derecha que pretendía dar un golpe de Estado en Alemania se amplía cada día que avanza la investigación con nombres muy sorprendentes para la sociedad alemana. El último en sumarse ha sido el chef estrella de Múnich, Frank Heppner, el suegro del jugador del Real Madrid, David Alaba.
Heppner fue arrestado el pasado miércoles en un hotel de cinco estrellas de la estación de esquí austriaca de Kitzbühel, donde trabaja.
Según los investigadores, el famoso chef alemán formaba parte del "brazo militar del grupo terrorista" e incluso se habla de que pudiera ser uno de los cabecillas. Este grupo tenía las funciones de captar y preparar a nuevos miembros, comprar armas y equipos, entrenar a los reclutas en tiro y establecer una infraestructura de comunicaciones fiable que pudieran utilizar, según ha desvelado el Ministerio Público Federal.
Pero en caso de que el golpe hubiera sido un éxito, Heppner iba a adquirir un botín increíblemente lucrativo para sus negocios puesto que, según desvela el periódico austriaco Die Presse, se iba a hacer cargo de "las cantinas del nuevo Reich alemán" y abastecería a todas las tropas del llamado "Nuevo Ejército Alemán".
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El chef de Múnich también iba a ser el cocinero privado de Enrique XIII, el conocido como príncipe de Reuß, y cabecilla último del complot, después de que fuera restaurada la monarquía en Alemania. Según publica el periódico austríaco, Heppner ya había proporcionado al grupo de extrema derecha dinero, utensilios de cocina, una caravana y un generador de emergencia.
El silencio de Alaba
El jugador del Real Madrid y capitán de la selección de Austria, David Alaba, no ha querido pronunciarse sobre la detención de su suegro, según informa el periódico alemán Bild. El futbolista sale desde el año 2017 con la hija del famoso chef, Shalimar Heppner, con la que tiene un niño de casi tres años.
En la misma fase de la operación se ha detenido también a un expolicía que alguna vez se encargó de proteger a las comunidades judías de los ataques terroristas, Michael Fritsch. El exagente fue arrestado con su pareja, Melanie Ritter, cerca de Hannover, en el norte de Alemania.
Este agente fue suspendido por parte de la Policía nacional alemana en 2020, después de que participara en las protestas negacionistas de la Covid que se organizaron en el país. Tras esto fue candidato al Parlamento por el partido DieBasis, perteneciente al movimiento Querdenker que niega el Covid. Su proceso de apelación judicial contra su despido aún está pendiente.
Cada día se desvelan más informaciones sobre el complot por parte de un grupo de extrema derecha que pretendía cambiar el orden constitucional en Alemania. Se registraron viviendas en Alemania, Austria e Italia y, en primer lugar, se arrestaron a 25 personas. Y eso que la Policía sospecha que los detenidos pudieron ser avisados con anterioridad de la operación policial.
Ahora ya hay 54 sospechosos y se espera aún más detenciones después de que se descubrieran más de 50 lugares donde escondían rifles y municiones, según la Oficina Federal de Policía Criminal.
La idea de este grupo inspirado en la ideología de ultraderecha Reichsbürger era asaltar el Parlamento alemán, detener a los diputados e instaurar un nuevo régimen dirigido por un rey, Enrique XIII, que sería un aristócrata de 71 años.