El encarcelado expresidente georgiano Mijaíl Saakashvili ha dado por concluida este miércoles la huelga de hambre declarada poco menos de tres horas antes, a petición de parlamentarios europeos que le prometieron apoyo para garantizar sus derechos.
Según afirmó a la prensa uno de los abogados del exmandatario, Vajtang Baramashvili, "un grupo de diputados del Parlamento Europeo" prometió a Saakashvili "movilizar los esfuerzos diplomáticos para garantizar los derechos mínimos" del político, condenado a seis años de cárcel por delitos de corrupción y abuso de poder.
"Los eurodiputados también dijeron que los correspondientes servicios de Georgia pueden incriminar a Saakashvili de causarse daño a sí mismo", añadió el jurista.
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Baramashvili citó a su defendido, quien había denunciado que se sentía mal no debido al ayuno, sino a que era víctima de envenenamiento y de "trato inadecuado durante muchos meses".
Apenas horas antes, el exmandatario aseguró a través de otro abogado, Shalva Chajapuridze, que se le había privado del derecho a participar en su proceso judicial, algo que calificó como "una violación del derecho georgiano e internacional".
"Por ello me veo obligado a recurrir a una forma extrema de protesta: la huelga de hambre", señaló.
En mayo pasado el exmandatario fue trasladado desde la prisión de Rustavi, ciudad situada a 25 kilómetros de Tiflis, a Vivamedi, una de las mejores clínicas privadas de la capital.
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Para este miércoles estaba prevista una intervención de Saakashvili por videoconferencia en la primera sesión de la vista del recurso, celebrada en el Tribunal. Según el Sistema de Penitenciario de Georgia, la videoconferencia no pudo efectuarse por "problemas técnicos".
El juez que estudia el recurso, Gueorgui Arevadze, anunció que la vista continuará el próximo día 22. Este martes, el ministro de Justicia georgiano, Rati Bregadze, afirmó que la conducta de Saakashvili en la clínica evidencia "determinada simulación" y que el expresidente "no cumple las indicaciones de los médicos".
"Esta simulación se puede considerar como un forma de presionar al tribunal", dijo Bregadze, que advirtió de que el Ministerio de Justicia "se verá obligado a hacer públicos algunos vídeos" si Saakashvili no modifica su comportamiento.