Las atrocidades de Rusia desde su invasión de Ucrania en febrero no dejan de estirar la capadidad de asombro ni de espanto. Las mayores se han descubierto tras la marcha del enemigo, caso de Bucha, caso de Borodianka, entre otros muchos. La que ahora conoce el mundo sucedió en Jersón, liberada a comienzos de noviembre: cámaras de tortura para niños.
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Los investigadores enviados por el Gobierno de Volodímir Zelenski, encargados de elaborar en último término un informe pormenorizado de los crímenes cometidos y los cuantiosos daños materiales, han hallado una celda donde -aseguran haber corroborado- los menores, secuestrados, eran maltratados y sometidos a una inhumana presión psicológica.
Lo ha desvelado Dmytro Lubinets, comisario de Derechos Humanos del Parlamento de Ucrania, quien ha localizado esa celda en uno de los cuatro centros de tortura utilizados por las tropas de Vladímir Putin para detener a militares y civiles locales e interrogar en algunos casos hasta la muerte. Imágenes difundidas por el ejército ucraniano muestran el lugar.
Detenido por fotografiar tanques
Lubinets, que ya conoció de primera mano otros sitios de confinamiento de presos en territorios recuperados anteriormente, afirma que lo encontrado en Jersón es todavía peor: "En una de las cámaras, diez en la región y cuatro en la ciudad, había una habitación separada, una celda donde se encerraba a niños. Incluso los ocupantes la llamaban así, 'celda para niños'".
"Hemos documentado -añade el comisario- que a los niños no les daban agua y prácticamente no les daban comida. Usaron presión psicológica: les dijeron que sus padres los habían abandonado y que no regresarían. (...) Eran niños que, a ojos de los invasores, resistían". Según Lubinets, un niño de 14 años fue detenido y trasladado a este lugar por fotografiar vehículos militares rusos dañados.
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El parlamentario cifra en 12.000 el número de menores llevados a Rusia desde febrero. La Fiscalía de Ucrania elevó recientemente a 450 la cifra de niños que han muerto y a 859 los que han resultado heridos en pleno conflicto.