Tras tres días de capilla ardiente, por el que se calcula que han pasado más de 200.000 fieles, el cuerpo de Benedicto XVI ya descansa en el féretro de madera de ciprés donde va a ser enterrado. No es el único féretro que se va a utilizar en la ceremonia puesto que cuando los restos del Papa Emérito lleguen a las Grutas Vaticanas, lo hará dentro de otro ataúd de cinc y otro más de madera.
En la ceremonia están presentes la Reina Sofía y el ministro de Presidencia, Félix Bolaños, como parte de la representación española. Aunque no serán los únicos nacionales presentes puesto que muchos cardenales, obispos y sacerdotes españoles acompañarán en las exequías a Francisco I.
El funeral va a seguir el protocolo marcado en el rito 'Ordo exequiarum Romani Pontificis', el mismo que se utilizó para el entierro de Juan Pablo II, aunque Benedicto XVI no estaba al frente del Gobierno de la Iglesia.
[La Catedral de Salamanca reza por el "eterno descanso" de Benedicto XVI]
"La base es la misma, pero hay algunos elementos que dan originalidad al rito" y "otros elementos que faltan referidos a los más específicos de un Papa reinante", explicó el director de la oficina de prensa del Vaticano, Matteo Bruni, según informa Europa Press.
Eso sí, se prescindirán de las oraciones de súplicas finales, las de la Iglesia de Roma y las Iglesias orientales, que son muy específicas del Papa activo.
[Benedicto XVI fue un electroshock a nuestra cultura en descomposición]
En el altar se espera que, además de Francisco I, haya hasta 4.000 sacerdotes para concelebrar este funeral.