El príncipe Enrique de Inglaterra (Harry) asegura en su autobiografía que, durante su estancia como militar en la guerra de Afganistán, mató a un total 25 talibanes mientras prestaba servicio como piloto de helicóptero en el ejército de su país.
Estos hechos, que han trascendido una vez han comenzado a filtrarse extractos del libro, han sido condenados por varios miembros del ejército británico, quienes consideran que tales afirmaciones no solo resultan "desafortunadas" sino que, de igual modo, "ponen en riesgo" la vida del propio príncipe al entender que este puede ser blanco de ataques como represalia.
"Son comentarios desafortunados que pueden haber puesto en peligro su integridad", asegura el coronel Richard Kemp, ex oficial del Ejército, en declaraciones a la británica BBC. La autobiografía, que en español se ha publicado bajo el título de 'En la sombra', ha provocado un gran debate en los medios del Reino Unido por los detalles revelados y su potencial impacto en la Casa Real.
El libro saldrá publicado oficialmente el próximo martes, aunque algunos ejemplares salieron ayer a la venta por error en España. El texto, al que ha accedido EL ESPAÑOL en exclusiva, asegura también que el propio Carlos de Inglaterra le pidió a sus hijos Harry y Guillermo que no convirtieran en "un suplicio" sus últimos años.
El comandante de la Marina Real, Ben McBean, también se mostró reticente al conocer la información, asegurando que este debería "callarse", apuntillando que "sacar estos números" no lleva a ninguna parte. "No sólo ha ido demasiado lejos al hablar de esto en términos de sí mismo, sino que puede tener repercusiones para otros. Como miembro de la Familia Real tiene que aceptar ser una especie de embajador del Reino Unido", matizó.
[El día que el príncipe Harry fumó porros delante de la Policía que hacía guardia para protegerle]
Tanto la prensa más tradicional como los medios online británicos dedican un amplio espacio este viernes el duque de Sussex, sobre todo sobre su misión en Afganistán en 2012-13. El príncipe afirma que participó en seis misiones, todas las cuales involucraron muertes, pero las vio como justificables, informa Efe.
"No fue una estadística que me llenase de orgullo pero tampoco me dejó avergonzado. Cuando me encontré sumergido en el calor y la confusión del combate, no pensé en esos 25 como personas. Eran piezas de ajedrez quitadas del tablero, las personas malas eliminadas antes de que pudieran matar a las buenas", escribe el hijo menor del rey Carlos III, de 38 años.
Entre otras confesiones, Enrique rubrica en su autobiografía que consumió drogas cuando era adolescente, como cocaína y marihuana, y que, incluso, consultó con una mujer con "poderes" si su madre, la fallecida Diana de Gales, aprobaba su decisión de iniciar una nueva vida en Estados Unidos con su mujer, la actriz estadounidense Meghan Markle.
El duque resalta, asimismo, que él y su hermano, el príncipe Guillermo, le habían pedido en su día a su padre que no se casara con Camila Parker-Bowles, pero que Carlos III desoyó la petición, ya que contrajo matrimonio con ella en abril de 2005 en la capilla de San Jorge del castillo de Windsor (a las afueras de Londres).
El Gobierno talibán de Afganistán ha reaccionado a estas declaraciones asegurando que: "Este problema no es exclusivo de Harry, las fuerzas de todos los países ocupantes han cometido crímenes similares en nuestro país", dijo el portavoz adjunto del Ejecutivo local.
"Es desafortunado que los países occidentales se consideren defensores de los derechos humanos, de hecho cometen este tipo de delitos. Esta confesión muestra que las fuerzas de todos los países ocupantes tienen las mismas historias criminales", apuntó en declaraciones que ha recogido la BBC.