Bruselas

La llegada al poder del pragmático Rishi Sunak ha mejorado de forma radical las relaciones entre la Unión Europea y Reino Unido tras los años turbulentos de Boris Johnson y el efímero mandato de Liz Truss. En contraste con el clima de guerra abierta del pasado verano, Bruselas y Londres han anunciado este lunes un primer acuerdo para desbloquear una de las disputas más espinosas del Brexit: la frontera en Irlanda del Norte.

El acuerdo se ha anunciado tras una reunión de alto nivel en Londres entre el ministro de Exteriores británico, James Cleverly, y el vicepresidente de la Comisión Europea responsable del Brexit, Maros Sefcovic, que las dos partes califican de "cordial y constructiva".

El pacto alcanzado este lunes no resuelve todos los problemas del protocolo de Irlanda del Norte, pero sí supone "un requisito previo fundamental para generar confianza" y una "nueva base" para el diálogo entre la UE y el Reino Unido, señala el comunicado conjunto hecho público al término del encuentro.

[Bruselas lanza un arsenal de acciones legales contra Londres por saltarse el acuerdo del Brexit]

En concreto, Londres permitirá a Bruselas acceder a la base de datos británica que hace seguimiento en tiempo real del tránsito de mercancías entre Gran Bretaña e Irlanda del Norte. Una medida que venía reclamando la UE desde hace más de un año para poder verificar que no se está produciendo una entrada ilegal de productos británicos en el mercado único a través de la frontera con Irlanda.

"Si bien es necesario resolver una serie de cuestiones críticas para poder seguir avanzando, hoy se ha llegado a un acuerdo sobre la cuestión específica del acceso de la UE a los sistemas de información del Reino Unido", reza el comunicado conjunto.

A partir de ahora, los equipos técnicos de la UE y el Reino Unido "trabajarán rápidamente" para buscar posibles soluciones en el resto de problemas pendientes del protocolo de Irlanda del Norte sobre la base de este acuerdo inicial. Sefcovic y Cleverly volverán a reunirse el 16 de enero para hacer balance de los progresos logrados.

El nuevo clima de entendimiento entre Bruselas y Londres tras la llegada al poder de Rishi Sunak contrasta con la disputa sin tregua que se vivió en las semanas finales del Gobierno de Boris Johnson. El pasado mes de junio, el Ejecutivo comunitario lanzó un arsenal de acciones legales contra Reino Unido por saltarse unilateralmente el acuerdo del Brexit.

Con la colaboración activa de Truss, que en aquel momento era ministra de Exteriores, Johnson aprobó un proyecto de ley cuyo objetivo era modificar unilateralmente el protocolo de Irlanda del Norte, suprimiendo controles aduaneros y acabando con la tutela del Tribunal de Justicia de la UE (TJUE). Una iniciativa que enfureció a los europeos. Con el acuerdo de este lunes, Sunak deja claro que prefiere una táctica de negociación más conciliadora con la UE.

El origen del problema está en el tipo de Brexit duro que escogió Boris Johnson, que ha supuesto la salida de Reino Unido tanto de la unión aduanera como del mercado único. Para evitar una frontera física en la isla de Irlanda (que pondría en riesgo el Acuerdo de Paz del Viernes Santo), el primer ministro británico aprobó un estatus especial para Irlanda del Norte, que sí que sigue vinculada a las reglas del mercado interior de la UE.

Eso significa que, en la práctica, la frontera se ha desplazado al mar de Irlanda, con nuevos controles aduaneros y fitosanitarios a los productos que llegan a los puertos de Irlanda del Norte procedentes de la isla de Gran Bretaña. La nueva frontera ha enfurecido en particular a los unionistas norirlandeses, que denuncian que ponen en peligro la integridad territorial de Reino Unido.

"La UE y Reino Unido comparten el compromiso de proteger el Acuerdo del Viernes Santo en todas sus partes, al tiempo que se preserva la integridad tanto del mercado único de la UE como del mercado interior del Reino Unido", subraya el comunicado publicado tras la reunión entre Sefcovic y Cleverly.