700 ultraderechistas alemanes intentan asaltar una sesión que aprobaba la acogida de refugiados

Alrededor de 700 ultraderechistas alemanes han intentado asaltar este viernes la sesión donde se votaba la construcción de un centro de refugiados en Grevesmühlen, un municipio del norte del país. El enfrentamiento con las autoridades tuvo lugar después de una marcha en la que el grupo de ultras protestaba por la acogida de refugiados en la ciudad.

Tras las protestas, los ultraderechistas llegaron al edificio público donde se celebraba la votación. El resultado, por escasa mayoría, aprobaba la transformación de un solar industrial en un albergue con cabida para unas 400 personas refugiadas, según han informado fuentes policiales. 

En la marcha de protestas, que en un principio iba a ser pacífica e incluía a personas ajenas al grupo de asaltantes, se habían infiltrado organizaciones identificadas como ultraderechistas, así como hinchas fichados por la policía como violentos, de acuerdo con la televisión regional pública NDR, que recogió los incidentes.

Las fuerzas policiales acordonaron el lugar y repelieron el conato de asalto, aunque tuvieron que recurrir a la violencia, tal y como reflejan las imágenes de ese medio, así como otras que están circulando en Twitter.

Uno de los manifestantes logró finalmente entrar en el edificio y trató de abrir uno de los accesos desde el interior para que entrara el resto, mientras desde el exterior arreciaban las protestas y se golpeaban puertas y ventanas.

En ese momento, las 30 personas que participaban en la sesión tuvieron que abandonar el lugar bajo protección policial.

Inicialmente se habían destacado al lugar unos 60 agentes, pero ante la dimensión de las protestas y altercados se reforzó el operativo hasta alcanzar los 200 efectivos.

[Goteo de salidas de las ONG en Afganistán tras el veto talibán de que las mujeres trabajen con ellas]

De acuerdo con los planes de las autoridades locales, las primeras viviendas-contenedores se instalarán en marzo en el solar adjudicado de esa localidad, de unos 10.000 habitantes.

Los planes para el centro de acogida toparon con las protestas de una parte de los ciudadanos y se había advertido de una creciente movilización ultraderechista desde otras partes de la región, en el estado federado de Mecklenburgo Antepomerania (este del país)