El presunto ataque de un grupo de "terroristas ucranianos" en Briansk, ciudad rusa en la frontera con Ucrania, ha puesto nervioso a Volodímir Putin. Tanto que ha decidido cancelar el viaje que tenía programado a Stavropol para presidir mañana viernes la reunión del Consejo de Seguridad. Según los informes rusos, los saboteadores mataron a un residente, hirieron a un niño y han tomado varios rehenes.
El servicio de seguridad FSB, antiguo KGB, ha dicho este jueves en un comunicado a las agencias de noticias rusas que sus propios agentes y el ejército estaban tratando de liquidar al "un grupo armado de nacionalistas ucranianos" que había cruzado la frontera.
El gobernador de Briansk Alexander Bogomaz confirmó que los ucranianos mataron a un residente de la localidad: "Hoy un grupo ucraniano de sabotaje y reconocimiento penetró en el distrito de Klimovski, en el pueblo de Lubechanye. Los saboteadores dispararon contra un automóvil en movimiento. Como resultado del ataque, un residente murió y un niño de diez años resultó herido", dijo en Telegram.
El supuesto ataque llega después de que el miércoles la inteligencia militar británica dijese que Rusia estaba lanzando ataques en Ucrania con drones enviados desde la región de Briansk, en la frontera norte y que está más cerca de Kiev que otros sitios de lanzamiento.
La agencia de noticias estatal rusa TASS comunicó que, efectivamente, los ucranianos se infiltraron en dos aldeas, pero que solo tomaron como rehenes a los residentes locales de una de ellas. La agencia RIA especifica que estos habrían sido secuestrados de Lubechanye, a un kilómetro de la frontera.
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No sería la primera vez que un grupo de saboteadores ucranianos se infiltra en Briansk, según Rusia. Ya en diciembre el FSB dijo que "un grupo de sabotaje" de cuatro personas había sido "liquidado" mientras intentaba efectuar una operación terrorista en Briansk.
Ucrania lo niega
Un alto asesor del presidente ucraniano Volodimir Zelenski ha afirmado este jueves que las informaciones sobre un ataque de sabotaje de las fuerzas ucranianas en la región rusa de Briansk son una "provocación deliberada".
"La historia sobre un grupo de sabotaje ucraniano en la Federación Rusa es una clásica provocación deliberada", escribió Mykhailo Podolyak en Twitter. "Rusia quiere asustar a su pueblo para justificar el ataque a otro país y la creciente pobreza tras el año de guerra".
Por su parte, el portavoz del Kremlin Dmitry Peskov declaró que el presidente Putin estaba recibiendo regularmente información actualizada de las agencias de seguridad y del ministro de Defensa, Sergei Shoigu, sobre la situación en Briansk.
En su rueda de prensa, Peskov dijo que el incidente había sido un ataque de "terroristas". El informe se produce días después de que Putin le dijese al FSB que necesitaba aumentar la guardia contra el espionaje y las "amenazas terroristas" que emanan de Ucrania y Occidente.
"Su tarea es poner una barrera en el camino de los grupos de sabotaje, para detener los intentos de transportar ilegalmente armas y municiones a Rusia", dijo en un discurso el martes.