Las dos mociones de censura promovidas contra el Gobierno de Emmanuel Macron a raíz de su polémica reforma de las pensiones han sido rechazadas este lunes. Ni la propuesta presentada por el grupo LIOT, que obtuvo 278 votos a favor, ni la de la ultraderechista Marine Le Pen, que sólo sumó 94, han logrado los apoyos suficientes para revertir la citada reforma, que eleva la edad de jubilación de los 62 a los 64 años.
Actualmente, son necesarios al menos 287 parlamentarios para tumbar al Ejecutivo -la mitad más uno-, de un total de 573 asientos (hay cuatro escaños vacantes). Desde la instauración de la quinta República Francesa en 1958, solo una moción de censura ha sido aprobada, la de 1962. Pese a no haber logrado la mayoría suficiente, el hecho de que la propuesta del grupo LIOT se haya quedado a tan sólo 9 votos de salir adelante evidencia la fractura política y social que vive el país galo.
El futuro más inmediato del Gobierno de Francia dependía de lo que votasen este lunes los 61 representantes del partido 'Los Republicanos', del centroderecha. La dirección de esta formación se oponía a que la moción saliera adelante, sin embargo, un grupo de díscolos, 19 en total, ha votado a favor de derrocar el Gobierno de Macron y su polémica reforma de las pensiones.
El debate de la moción ha transcurrido entre duras acusaciones entre los miembros de la oposición y el Gobierno de Macron. "Han acudido a todas las maniobras posibles para saltarse el debate parlamentario y sacar adelante su reforma de las pensiones", apuntó Charles de Courson, diputado centrista. "Bordean la negación de la democracia", aseguró Jean-Paul Mattei, miembro de la formación de izquierdas MoDem.
"¿No ha aprendido nada Emmanuel Macron de la crisis de los chalecos amarillos? Sin respeto por los franceses, los organismos intermedios y los interlocutores sociales, nada es posible", afirmó Olivier Marleix, presidente de Los Republicanos.
La primera ministra francesa, Élisabeth Borne, encargada de defender la posición del Gobierno, se ha referido a la actitud de la oposición de un tiempo a esta parte en su intervención. "Cantos, gritos, este es el espectáculo que protagonizaron el jueves pasado algunos diputados tras el estallido de violencia, hemos vivido el antiparlamentarismo en todas sus facetas”, remarcó. "La calle no es más legítima que las instituciones", apuntilló.
Desde hace cinco días, se han sucedido protestas en todo el país tras la aprobación de la mencionada reforma de las pensiones que retrasa la edad de jubilación. Sólo este fin de semana, en cifras oficiales, cerca de 300 personas fueron detenidas en varias ciudades del país, como París o Lyon.
Entre tanto, la popularidad del mandatario francés se encuentra en mínimos desde que este asumiese el cargo de presidente: sólo el 28% del electorado lo aprueba, asegura Efe.
A medida que se ha acercado el momento de la votación, han crecido las dudas en el seno del Ejecutivo francés ante el temor de poder perderla. De hecho, esta mañana, el ministro francés de Economía, Bruno Le Maire, reconocía su "incertidumbre". "Hay que ser humilde frente a una votación", señaló en una entrevista al canal Bfmtv.