Grecia celebrará elecciones generales el próximo mes de mayo, según confirmó el primer ministro griego, el conservador Kyriakos Mitsotakis, durante su primera entrevista desde el accidente de tren en el que el pasado 28 de febrero murieron 57 personas, y que ha causado una ola de protestas contra el Gobierno.
"Definitivamente, puedo decirles que las elecciones se celebrarán en mayo", dijo Mitsotakis en la entrevista con la emisora Alpha TV.
Aunque la legislatura termina en junio, desde hace tiempo se espera que los comicios se celebren en mayo, probablemente el día 21.
[El primer ministro griego asegura que el accidente de tren en Grecia se debió a un error humano]
"Mi objetivo es volver a ganar las elecciones y creo que lo conseguiremos", afirmó el jefe del partido Nueva Democracia, que ha sufrido una caída en la intención de voto desde el accidente.
Los últimos sondeos dan a Nueva Democracia tres puntos sobre el izquierdista Syriza, la mitad que antes del siniestro.
La tragedia ha causado una oleada de indignación ciudadana con huelgas y multitudinarias protestas casi a diario. Los manifestantes culpan al Ejecutivo por la falta de sistemas de seguridad y control en la red ferroviaria.
El Gobierno conservador ha acusado a Syriza de haber retrasado mejoras de la red ferroviaria cuando estuvo en el poder (2015-2019).
Una comisión parlamentaria está investigando por qué aún no se ha ejecutado totalmente el denominado "contrato 717", firmado en 2014 por la empresa estatal de ferrocarriles (OSE) para instalar una serie de medidas de seguridad automatizadas en el tramo Atenas-Salónica, donde se produjo el accidente.
La Autoridad Reguladora de Ferrocarriles (RAS) publicó el pasado viernes un informe en el que se señala que 73 jefes de estación que fueron contratados temporales bajo el Gobierno actual recibieron una "preparación deficiente" por parte de OSE antes de asumir sus cargos.
Entre ellos se encontraba el jefe de estación, que ha admitido ante la fiscalía que puso el tren de pasajeros en la misma vía en la que circulaba un tren de carga, lo que causó minutos después su choque frontal que dejó 57 víctimas.
Mitsotakis mantuvo inicialmente la tesis de que el accidente se debió a un error humano y, de momento, han sido imputados cuatro empleados de los ferrocarriles, entre ellos el jefe de estación que puso en la misma vía a un tren de pasajeros y uno de mercancías que acabaron colisionando.
Ante la presión en la calle, Mitsotakis acabó pidiendo perdón y reconociendo la falta de sistemas de seguridad en buena parte de la red ferroviaria, como el tramo donde se produjo el accidente.
Con todo, el primer ministro afirmó este martes que nunca ha pensado en dimitir.