Von der Leyen pide a los líderes de la UE que resistan los intentos de China de dividirles
Avisa de que Pekín ha adoptado una política más represiva hacia el interior y agresiva hacia el exterior y reclama "nuevas herramientas defensivas".
30 marzo, 2023 13:46Ursula von der Leyen ha pedido este jueves a los líderes europeos que coordinen su política hacia China y planten cara a los intentos de Pekín de sembrar división en la UE. La presidenta de la Comisión ha alertado de que el gigante asiático ha virado hacia una postura más represiva en el interior y más agresiva hacia el exterior, lo que exige que Bruselas se dote de "nuevas herramientas defensivas", en particular para proteger sectores estratégicos de alta tecnología como microelectrónica, computación cuántica, robótica, inteligencia artificial o biotecnología.
El aviso de Von der Leyen se produce en pleno peregrinaje de líderes europeos a Pekín para abordar las relaciones económicas y el plan de paz presentado por Xi Jinping para Ucrania. A la visita este jueves y viernes del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, le seguirá la de Emmanuel Macron y la propia presidenta de la Comisión Europea la semana que viene. También tiene previsto viajar allí el jefe de la diplomacia comunitaria, Josep Borrell, mientras que la italiana Giorgia Meloni ha sido invitada por Xi.
Von der Leyen defiende todos estos viajes porque considera "vitalmente importante garantizar estabilidad diplomática y líneas de comunicación abiertas con China". Al mismo tiempo, la presidenta avisa de que "una política europea hacia China sólida depende de una fuerte coordinación entre los Estados miembros y las instituciones de la UE y de la voluntad de evitar la táctica del 'divide y vencerás' que sabemos que nos vamos a encontrar".
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"Está claro que nuestras relaciones (con China) se han vuelto más distantes y más difíciles en los últimos años. Hemos visto un endurecimiento muy deliberado de la postura estratégica general de China durante algún tiempo", ha lamentado la presidenta en un discurso consagrado íntegramente a las relaciones entre Bruselas y Pekín. "China se está volviendo más represiva hacia adentro y más asertiva hacia el exterior", sostiene Von der Leyen.
A su juicio, la estrategia de la UE no debe basarse en desvincularse totalmente de Pekín, como le pide Estados Unidos, sino reducir los riesgos. Pero la presidenta admite que todo dependerá del papel que Xi acabe jugando en Ucrania. "En lugar de alejarse por la invasión atroz e ilegal de Ucrania, el presidente Xi mantiene su 'amistad sin límites' con la Rusia de Putin", ha criticado. No obstante, se ha producido una inversión de papeles y el eslabón más fuerte de la relación ya no es Rusia sino China.
Von der Leyen mantiene su escepticismo sobre el plan de paz de Xi para Ucrania. "Cualquier plan de paz que de hecho consolide las anexiones rusas simplemente no es un plan viable. Tenemos que ser francos en este punto. La forma en que China continúe interactuando con la guerra de Putin será un factor determinante para el futuro de las relaciones UE-China", ha señalado.
En materia económica, el cambio de China exige "desarrollar nuevas herramientas defensivas para algunos sectores críticos". "La UE necesita definir su relación futura con China y otros países en áreas sensibles de alta tecnología como la microelectrónica, la computación cuántica, la robótica, la inteligencia artificial, la biotecnología y otras", sostiene la presidenta.
"Cuando no pueda excluirse el riesgo de un doble uso (civil y militar) o los derechos humanos puedan estar en juego, tiene que haber una línea clara sobre si las inversiones o las exportaciones responden a nuestros intereses en materia de seguridad. Debemos garantizar que el capital, la experiencia y el conocimiento de nuestras empresas no se utilicen para mejorar las capacidades militares y de inteligencia de aquellos que también son rivales sistémicos", ha argumentado Von der Leyen.
En concreto, la UE debe impedir la fuga de tecnologías emergentes o sensibles a través de inversiones en otros países como China. Por eso, Bruselas tiene previsto presentar a finales de año una nueva Estrategia de Seguridad Económica, que incluirá controles a la inversión saliente en tecnologías sensibles que puedan conducir al desarrollo de capacidades militares que planteen riesgos para la seguridad nacional.